lunes, 26 de mayo de 2014

El aniversario. By Alessa Cevans.



Heliana se miró al espejo, observando como el paso del tiempo se reflejaba en las líneas de su rostro, surcando las comisuras de su boca y las líneas de su frente, mientras el cepillo de plata acariciaba las hebras de su pelo.


Una sonrisa curva, se instaló en sus labios, vestidos de rojo sangre y retirando su silla de la cómoda, dejó su cepillo de pelo de hurón sobre la oscura madera de ébano.


Hoy era el día....


Si, era el día en que ya hacía 25 años que Jhellan estaba con ella a su lado.

Soñadora y nerviosa, casi como una adolescente en su primera cita.se puso en pie y salió de su habitación alisándose el vestido de tafetán negro que llevaba puesto.

Se sentía hermosa y joven... Casi tan joven como el día que lo había conocido y se había jurado a si misma que Él sería suyo.


Recorriendo los largos y oscuros pasillos, canturreaba una antigua melodía, mientras caminaba con pasos lentos hacia el salón principal, dónde la cena ya estaría servida y su amor la estaría esperando.


Heliana se sentía eufórica. Llena de vitalidad y con el corazón henchido por la emoción.

No podía creerse que después de 25 años, él siguiera a su lado, tan dispuesto como el primer día.

Las puertas de madera de acebo, decoradas con ribetes dorados, se abrieron para darle paso, y allí en la mesa principal, estaba su Jhellan, el hombre que le había robado el alma y el que no se había quejado cuando sus mejillas empezaron a hundirse y su pelo empezó a mostrar sus primeras hebras blancas.

Con una sonrisa, Heliana se sentó y tomó la copa de vino entre sus frías manos y alzándola, miró directamente, hacia el otro extremo de la mesa.

Jhellan estaba como el primer día.

Ninguna arruga deformaba su hermoso rostro y ninguna cana blanca, decoraba su pelo negro.

Solo la fea cicatriz que nacía desde sus clavículas y bajaba por su torso revelaban la verdad.

Solo esas costuras de negras puntadas revelaban que él estaba muerto.

Heliana sonrió con los recuerdos y le vino a la mente esa misma noche, de hacía 25 años ya, en que había matado a Jhellan en esa misma estancia.

En el suelo, junto a la chimenea, todavía se podían contemplar las oscuras manchas que la sangre de su amado había dejado en el suelo, cuando ella le corto la garganta, pero eso ya no tenía importancia.

Él era suyo desde entonces, y siempre lo sería.

-Feliz aniversario, mi amor... Por otros 25 años más juntos mi vida....

Heliana se levantó, haciendo crujir la tela de su vestido y cuando llegó al lado del frio y embalsamado cuerpo de su amante, se inclinó y poso sus labios pintados de rojo contra la boca muerta y fría de su amado.

-Y pensar que ibas a dejarme... ¿Qué hubiese sido de nosotros si hubieras conseguido llegar a la puerta, amor?


~~ FIN ~~



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