Y en procesión te llevan a entregarte a la tierra…
¿Sin
que esta te llame?
Y sin ver los pies de la serpiente
Tu alma recorre los caminos homicidas
Para vapulearte más… ves sus rostros
Pero no los puedes delatar
Alma desecada de sangre
Y sin ver los pies de la serpiente
Tu alma recorre los caminos homicidas
Para vapulearte más… ves sus rostros
Pero no los puedes delatar
Alma desecada de sangre
Capítulo 15 . “De Caza”
Athena sonreía a su pareja, lo vió salir del banco.
Caminaba lento saludando a la gente que cruzaba. Era sociable y la gente lo había adoptado como propio en el poco tiempo que llevaba viviendo con ella en el pueblo.
Sambana llego a ella de dos largos pasos con sus piernas fuertes.
La envolvió en sus brazos y ella estiró su cuello para que él pudiera besarla como tanto le gustaba.
-¡Te extrañé! – le dijo mordiendo el cuello de su hembra, su pareja siempre era receptiva. Era tan feliz.
-¡Mentira! Solo te fuiste hace 15 minutos.- Athena llego a los labios de Samby y lo acercó lamiendo y rozando sus labios sin dejarlo respirar, hasta que el beso se volvió más intenso y alguien chistó. Se soltaron riendo, habían dado un espectáculo.
Sambana la atrajo de nuevo a sus brazos y le murmuro sobre su oído.
-Nunca dudes de lo que te digo, es lo que siento y te extrañe mucho y …te amo.- La volvió a besar, pero esta vez sobre los ojos y la guió dentro.
Como un buen caballero abrió la puerta y él dejó que ella pasara.
Había algo. Sambana se giró y volvió a salir.
Sentía la intranquilidad de Lex, sentía su desesperación, camino dos pasos y salió de la panadería cerrando la puerta tras él.
“¿Qué demonios pasa Lex? ¿Dónde estás hermano?”
El presentimiento se volvió palpable, como una tormenta de verano.
Cuando realmente lo vio, ya era tarde.
La mira estaba en su pecho y golpeo certero. Mientras caía, el segundo atravesó su cuello.
Todo fue rápido. Todo estaba a punto de terminar y sentía a Athena sostenerlo y aulló llamando a su gemelo, pero lo único que salió de su boca fue sangre.
No podía estar pasando, después de tanto dolor, su vida no podía terminar así.