lunes, 4 de noviembre de 2013

Despliega tus alas. Capitulo 13. No todo es lo que parece.






La luz que entró por su ventana la despertó...bueno, eso o quizás el despertador que no cesaba de sonar. Debía ser martes porque la música que sonaba era la de Avantasia.






La radio despertador digital había sido un regalo del viejo mundo, la programación de un tema cada día de la semana para situarse en el tiempo cuando su cerebro aún no había salido de su letargo, una de sus maravillosas ideas. ¿ que hora era? Ni idea, pero si había luz,  no muy pronto.Tanteando sobre la cómoda , consiguió acallar el sonido y fue entonces cuando se dio cuenta del calor que desprendía el cuerpo que tenía a su espalda. Aun medio dormida, recordó perfectamente a quien pertenecía .Un brazo rodeó su cintura y la atrajo mas cerca. Podía sentir la dureza de aquello que tenía entre las piernas en su trasero. Y eso la despertó de golpe.

- Buenos días- Dijo él con voz ronca por el recién despertar, susurrando en su oído mientras mordía el lóbulo de su oreja. Ella se arqueó hacia atrás perdiéndose en el abrazo y frotándose descarada, sintiendo como todo su cuerpo se calentaba ante aquel erótico contacto. El cuerpo duro de Tom a su espalda parecía crepitar contra su piel.

- Buenos días. Es tarde...- remoloneó ella sin muchas ganas.¿ que poder ejercía Tom en ella que conseguía que se olvidara del resto del mundo? No lo sabía pero le encantaba perderse en él. Porque así había sido durante toda la noche. Si al principio había querido parecer lógica y racional, intentando establecer algunos términos en aquello que estaba sucediendo entre los dos, luego olvidó incluso porque quería serlo. Tom había conseguido que toda ella fuera un volcán y que no pudiera pensar en nada mas que no fuera él, su cuerpo y su miembro llenándola ¡ Dios Bendito! No es solo que Tom estuviera muy bien dotado...es que sabía exactamente como usar todo lo que Dios, La virgen o quien fuera le había dado, y eso incluía su lengua, sus dedos, su pelo, su voz...¡Todo!

La lengua de Tom en ese momento lamió un punto justo detrás de su oreja  que la hizo estremecerse y que su bajo vientre chisporroteara.



- Tenemos que levantarnos ya... mi tío me vendrá a buscar si no me ve a la hora en el comedor.- La mano que acariciaba la piel de su abdomen subió por sus costillas y empezó a amasar uno de sus pechos. Aun se maravillaba de que sus mas que generosos apéndices cupieran tan perfectamente en las manos de Tom. Ella jadeó y gritó cuando la otra se metió  entre sus piernas, acariciando y frotando su punto mas sensible.

- Tom...- rogó retorciéndose  en contra suyo, su boca decía una cosa pero su cuerpo otra.

- Shh...calla. Tenemos tiempo. Estoy a punto y tu también.- Se tensó un poco cuando el doggen acarició su entrada desde esa postura. Con aquella dureza que ahora ya conocía muy bien. Exclamó un grito  ahogado cuando el se enterró fácilmente por completo en su interior haciéndola jadear. Aun estaba dolorida por la noche que habían pasado juntos pero también estaba excitada. Y para que negarlo, mas que húmeda y preparada para él. Tom entró con facilidad dentro de ella y se enterró profundo. Oh si...podía acostumbrarse fácilmente a ser despertada así todas las mañanas.


- ¿ Sigo o me detengo?- Preguntó con voz ronca en su oído interrumpiendo cualquier cosa que estuviera pasando por su cabeza, besándole el cuello mientras hablaba.¡ Por Dios! Estaba haciendo trampa el muy ladino. Ella estiró su brazo hacia atrás, por encima de ella y agarro el largo pelo del chico , aceptando su invitación,  pero por si no lo entendía, abrió sus piernas y se apretó contra él, enterrándole mas profundo.

- Si paras ahora te mato- Fue su respuesta. Tom soltó una risita y ella se deleitó con el tacto del pelo de su ahora amante ...y un repentino flash la dejo un poco atontada durante un milisegundo. Los sueños eróticos con su alado amor platónico irrumpieron justo en ese momento frente a sus ojos, cuando Tom estaba empezando a moverse en su interior, montándola y moviéndo las caderas de forma magistral. ¿ que le pasaba a su cerebro? ¿ Era idiota? ¿ Tenia a un espléndido chico para ella solita  y su cerebro se iba a dar un garbeo por una de sus fantasías eróticas platonicoaladas?

Cerró los ojos y mando a paseo el flash y todo lo demás. Mas que nada porque estaba perdiéndose un momentazo increíble con un Tom  que la estaba llevando  otra vez a la cumbre. Sentía  pequeños orgasmos en todo su cuerpo y eso la estaba volviendo casi  loca. ¿ como lo hacía? ¿ como podía alguien provocar todo eso en ella? Se sentía hiperestimulada en  cada zona  que Tom  llegaba.. La estaba excitando  simultáneamente en varios lugares de su cuerpo:  su lengua y su boca en su cuello en un punto que ni sabía que tenía, una de sus manos entre la unión de sus cuerpos , su otra mano pellizcando su pezón y dando pequeños tirones , su miembro chocando contra sus entrañas, su piel despertando cada terminación nerviosa con la que entraba en contacto ..su voz llevándola hasta el precipicio. No había conocido a ningún amante como estaba resultando ser Tom.

Tom había sido mucho mas de lo que ella había creído en un principio. Por la noche, se había mostrado atento con ella y tomado su tiempo en seducirla sin ser ningún patán ni animal  ni mucho menos. La había desnudado pieza a pieza y lamido todo lo que había encontrado a su paso  antes de siquiera de quitarse sus propios pantalones. Nunca antes nadie  había sido tan solicito con su cuerpo ni con ella misma. Todo había parecido reducirse a servirla a ella. Y ella lo había disfrutado muuuuuuucho . De hecho, la que le había apremiado había sido ella al llegar  por tercera vez al éxtasis,  cuando la necesidad había sido abrumadora . Había parecido una golfa pero de las de verdad al rogarle que la tomara y que de una maldita vez la llenara. Estaba segura de que se ruborizaría en el futuro  cada vez que recordara  lo soez que había sonado dándole una orden de ese tipo y de la manera en que lo había hecho . Pero él había respondido de la forma mas elegante posible, con una sonrisa de clara satisfacción masculina y un cuerpo que ahora ya sabía estaba hecho para el pecado.

Como en ese momento.

Perdió todo el sentido de la realidad cuando la golpeó de repente  la madre de todos los   orgasmos matutinos . Gritó el nombre del chico en alto en medio del mas exquisito de los placeres y sintió como sus paredes apretaban con fuerza  antes de que él acelerara el ritmo. Con la última de sus embestidas y la prolongación de un liberación  increíble, sintió como Tom se derramaba en ella y la colmaba con calor .

Sonrió como una estúpida al sentirse tan dichosa. Menos mal que no era fértil aún. Los ciclos ovulatorios de los doggen eran tan erráticos como los de los vampiros, mas predecibles y cortos...pero no como los de los humanos. Cada doggen hembra sabía cuando era fértil y ella no lo era. Cuando por fin dejó de sentir su corazón palpitando en su cabeza y sus pulmones decidieron por fin dejarse llenar con oxígeno de nuevo, se giro hacia Tom que sonreía como un bobo y la tenia acunada en sus brazos. ¿ que era aquel brillo que tenía en los ojos?

- No se si voy a poder andar esta mañana. Mi tío va a darse cuenta de que algo me pasa.-

Tom la besó , antes de responder , abrazándola con fuerza - La verdad es la mejor opción. Puedes decirle que he sido yo-

- ¡¡Tom!! ¿ como voy a decirle eso a mi tío? - Ella puso voz seria imaginándose la escena- “ Querido Tío..lo siento no puedo andar porque Tom me ha estado follando toda la noche.” Por favor, se moriría de un infarto.-
- ¿ Tu crees? Yo creo que subestimas a tu tío. Con la hermandad ha visto creo que casi de todo...que su sobrina tenga relaciones sexuales no creo que le sorprenda tanto.-

- Quizá no, pero tampoco quiero provocar chismes ni...-

Tom se removió detrás de ella y le hablo besándole el cuello.- ¿ te estás avergonzando de mi, Divia?
¿ No quieres que sepa que has estado conmigo?-

- No es eso...es que...-

- ¿ Es qué? Hemos pasado la noche juntos. No es nada malo. Y creo que te ha gustado. - Siguió besándola, recorriendo la piel de su hombro. No la dejaba pensar con coherencia. Pero tampoco quería, esos besos eran hipnóticos.Él por fin salió de su interior y la dejo vacía, extrañamente vacía.

Rodó  sobre sí mismo en la cama hacia el borde  y se levantó de un salto. Ella se dio la vuelta para verle ponerse de pie. Si Tom le había parecido hermoso al principio de la noche, ahora se lo parecía aun mas con la luz del sol brillando en su piel.  Se quedó mirándolo embobada, inconscientemente acariciándose la piel de su propio  vientre con sus propios dedos. Tom suspiró y volvió a mirarla como un halcón mira a un ratón. Ella enrojeció al darse cuenta de lo que estaba haciendo pero nada podía evitar que las mariposas bailaran en su vientre cuando él la miraba así.

- Divia, por Dios. Si haces eso mientras me comes con los ojos, solo provocarás que me tire encima de ti de nuevo...- alargo su mano ofreciéndosela.- Vamos, levántate ya y vayamos a la ducha. Tenemos...- miró el reloj despertador- ...apenas quince minutos para ducharnos y vestirnos sin que tu tío sospeche nada-

Ella le miró un par de segundos mas, deleitándose en su cuerpo desnudo. Ya no pensaba en su tío, ni en que él no parecía molesto porque ella no quisiera airear lo que había sucedido esa noche. Ni que Tom pareciera  no hablar en ningún momento en  futuro  . No pensaba en nada que no fuera ese enorme torso bajo  la punta de sus dedos-

- ¿ Qué? - preguntó el sin ningún atisbo de pudor ni vergüenza mientras era observado por los ojos femeninos. Estaba muy cómodo al parecer con su desnudez.

- Quiero recordarte así, gloriosamente desnudo. Y quiero tocarte - El soltó una carcajada tirando de ella cuando por fin se decidió a tomar su mano. La pegó a su cuerpo, abrazándola por la cintura, devorando su boca con ansia. Divia sintió como el bulto que había quedado atrapado entre ellos, crecía y su sexo volvía a responder humedeciéndose.

- Me vas a matar Divia. Me has puesto duro otra vez...y no puedo salir ahí fuera con esta erección del demonio, me duele horrores.-

Ella se sintió libre y desinhibida al responderle.Era una desconocida Divia la que estaba en cuerpo presente en aquella habitación.

- Pues date prisa en  llevarme a la ducha. Nos quedan catorce minutos para resolverlo, ducharnos y vestirnos-

El macho tardó menos de tres segundos en cumplir aquella petición con una Divia riéndose a carcajadas mientras era llevada en volandas hacia el baño.

Justo en ese momento se percató ella de que había tenido el mejor sexo de su vida...pero que habían hablado mas bien poco de lo que había entre ellos , y mucho menos de algo remotamente parecido a un futuro.  Todas las   preguntas que ella le había hecho habían quedado sin respuesta y dejadas atrás , cuando ella estaba con él se sentía en medio de una nebulosa y el  resto del mundo o del tiempo  carecía de importancia.



                                                     ****************************



Tom apiló una nueva remesa de suministros equinos en el pequeño almacén de las cuadras y se sintió mas vivo que nunca. Se incorporó y se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano mientras cogía la botella de agua y calmaba  su sed. El día era caluroso para esa época del año y   cualquier actividad física intensa estaba resultando  mas dificultosa .

Pero  si eso a él no le importaba habitualmente, en ese día  muchísimo menos.

Se sentía vivo, eufórico, pletórico  de energía. No creía que fuese por la adrenalina resultante del ejercicio...no del ejercicio que estaba realizando en ese momento al menos. Pero sí del que había   realizado durante la noche y parte de la mañana.

Aun no se creía todo lo que había sucedido con la doggen que le tenía sorbido el seso desde el primer día en  que la había conocido.  Él loco por una mujer, eso si que era de lo mas extraño. Si Divia supiera que nada mas verla algo  se revolvió en su interior...quizá  cambiara en su forma de pensar hacia él.  ¡ Que diablos! Divia cambiaría de parecer de todas formas  si supiera que era él en realidad. La boca se le secó de golpe y se bebió  el resto de la botella  de un solo trago  ante aquella expectativa.

 ¿Era mejor que no lo supiera ? No sabía que responder a esa pregunta. Él nunca se había ocultado ni escondido de sí mismo asumiendo siempre las consecuencias de  ello, pero algo en su interior se sentía tremendamente asustado ante la perspectiva de perderla.

Perderla.

Para perder algo,  primero había  que tenerlo, y que él supiera, con ella aún las cosas no habían ido tan lejos. No era porque él no quisiera...si por él fuese, Divia estaría atada a su cama y encerrada en su habitación las 24 horas del día sólo para su disposición. Esa que hablaba en su cabeza era la mancha oscura de sí mismo, y la posesivididad era sólo una de sus caras.Pero esa era su naturaleza  y no podía negarla. Lo que sí podía hacer era lo que estaba haciendo hasta ahora, controlarla y dejarla salir en pequeñas dosis manejables.

Y estaba el hecho de que Divia no tenía madera ni alma de esclava. Era rebelde, insubordinada , independiente...y le atraía como la miel a las moscas  sin ser el tipo de mujer que   solía seducir. 

Maldita fuese si no entendía que pasaba consigo mismo  en ese momento.  Las mujeres para él  habían sido hasta ese momento, un  medio para un fin. Pero pensar de esa manera con Divia...le daba repulsión. Divia era en sí misma el fin de todo.  Y si,  él era joven..pero no era ningún casto ni macho virginal. Se rió mentalmente ante esa  mera idea.  Tenía en su  haber demasiadas experiencias de todo tipo en ese aspecto... y ninguna le había dado tanto como la de la última noche.

Con Divia había sido distinto  a un nivel  desconocido para él. No había sido sólo sexo...había sido mucho mas. El sexo con Divia había resultado un bálsamo de cordura y de paz. Sus arrebatos e impulsos habituales   durante sus relaciones , habían quedado sepultados y relegados  ante la necesidad que había nacido en él de ella ¿Porque? Ni idea. Divia era para él un enigma de los grandes...pero no iba a racionalizar algo que era racionalizable. ¿ o si?  Divia era la mujer que calmaba esa parte oscura que tenía.  ¿ Luz? Podía decirse que sí,  que la hembra era la Luz de su oscuridad. Se río de si mismo. Que pedazo de cursilada acaba de soltarse mentalmente. De eso a comprarse un tutú y bailar ballet en mayas había un solo paso. ! Pero que chiste mas malo se estaba haciendo a sí mismo!. Su personalidad controladora era la que estaba dando tantas vueltas a tema, ya que algo sin control nunca había sido  tolerable para él. 

Tenía que dejar de hablar solo y terminar de una vez el trabajo o terminaría de volverse loco de verdad. Cuanto antes terminara, antes podría ir a almorzar con Divia. Habían quedado de forma rápida después de la asignación de tareas, pero menos daba una piedra. Aun no habían podido hablar  adecuadamente y él por una vez en su vida, quería hablar y no follar.

Miró su reloj y bufó . El tiempo corría demasiado deprisa y él aun con la mitad por hacer. Salió del almacén pensando en la manera mas rápida y eficiente  de apilar los cien  kilos que le quedaban por cargar cuando una voz lo detuvo en seco en medio del establo.

- Te he estado buscando Tom.  ¿Me estabas esperando aquí  para terminar lo de ayer? -

Tom se dió la vuelta para encontrarse a una Roberta de lo mas sonriente que se acercaba hacia él mirándolo como una gata en celo. Y contoneándose como una.  Y la chica no llevaba mas que un vestido cortito de tirantes que le transparentaba todo lo que había debajo.

Maldita fuese. Se había olvidado de Roberta y de que no había zanjado el asunto con ella. Con todo lo ocurrido el día anterior , lo suyo había quedado sin hablar apenas. Demasiada  gente siempre alrededor para hablar de un tema espinoso para muchos. Pese a lo que los demás creían , Roberta y él  no se habían conocido ayer. Que sus padres hubieran sido contratados por la  el  Fritz, el  doggen de la primera familia,  había sido un extraño golpe de suerte para ella, para él simplemente había parecido una coincidencia. Roberta y él se conocían desde hacía mucho tiempo... y él nunca había querido nada  que no fuera esporádico con ella. En ese momento empezaba a sospechar que ella no pensaba lo mismo y a creer  que las coincidencias rara vez existían.

Ella llegó hasta él y se colgó de su cuello dispuesta a besarlo mientras su cuerpo se frotaba contra el suyo para provocarle. Tom se quedó quieto como una estatua. Habitualmente algo así  habría disparado lo que llevaba en su interior y  ya habría respondido a la doggen rubia con una buena dosis de lo que ella buscaba. Como había ocurrido la mañana anterior en el establo. Pero  las cosas habían cambiado y de forma extraña, su cuerpo no respondía a las provocaciones femeninas. Mas bien le estaban molestando.

- Roberta, para-

La hembra no pareció oírle porque sus labios empezaron a buscar los suyos y sus caderas se contonearon contra su cuerpo.

- No hay  nadie alrededor. Me he asegurado de ello a...-

- Roberta, para -  La rubia siguió ignorando  la orden dada por segunda vez y eso lo exasperó en lo mas profundo. ¿ Qué hembra de las suyas  no obedecía a la primera? Una que quería ser castigada. Estaba olvidando la verdadera naturaleza de la hembra.  Enfadado, se deshizo del abrazo de Roberta y  quitó sus brazos de su cuello sujetándola por las muñecas. la tenía que haber parado en el mismo momento en que la había visto aparecer , pero no, la había tenido que dejar llegar hasta él. Él y su maldito sentido de la  decencia.

-¡ He dicho para!-

Apenas levantó la voz pero  el tono ya era el autoritario que ella quería  siempre. La hembra respiró de forma  entrecortada y le sonrío de forma traviesa, con un creciente  brillo en los ojos. Oh no, la rubia estaba tomando aquello como un juego previo como hacían en la intimidad. Roberta se dejó caer en el suelo  de rodillas y le miró desde abajo, suplicante. A Tom todo aquello le parecía fuera de lugar en ese momento. Y le molestó mas que agradó. Aun tenía sus manos sujetas, así que tiró de ellas y la obligó a ponerse de pie.

- Levántate y déjate de juegos. Estamos en la mansión. Conoces las normas, nada de juegos aquí-

Roberta  se rió por lo bajo.  Maldita hembra manipuladora.



Continuará....

No hay comentarios:

Publicar un comentario