jueves, 28 de noviembre de 2013

Locura Angelical. Capítulo 5. Conociéndonos



Su piel hormigueó, en un segundo fue un mar de sensaciones, fue casi como si el viento la hubiera acariciado.

Se sintió estremecer, alguien estaba en su casa...alguien diferente.

El impulso de saber ,  la envió a caminar más rápido de lo normal. En el recibidor de su casa se encontraba su familia con un extraño. Su complexión  no era como la de su padre o su hermano;  era más alto, completamente rodeado de músculos, espalda cuadrada, forrada en una chamarra negra de cuero que se complementaba con unos vaqueros muy ajustados y botas de combate. Un hermoso cabello negro llegaba a sus hombros y su cara era la de uno de esos modelos malvados que veía con frecuencia en las promociones de bandas de rock o pandillas de motociclistas.

Un delicioso olor la golpeó con fuerza, una mezcla de madera de bosque y brisa de cascada,  fue una invitación a sus sentidos;  era la sensación más fuerte que hubiera tenido en su vida.

Any nunca pensó que en  ese día, su vida daría el giro que siempre había esperado . Se sentía la princesa de un castillo sin puertas y por primera vez en dos años la puerta de su castillo cayó.

De pronto su padre noto su presencia y le dio la bienvenida

-Oh querida mía, acá estas, ya iba a mandar buscarte, ven quiero presentarte a alguien. Hermano mío, déjame presentarte a la luz de mis ojos.

La poderosa mirada de aquel extraño la dejo inmóvil. Todo su cuerpo reaccionó como si una llamarada se instalara en su pecho. Hermosos ojos verde grisáceos, la recorrieron completamente, sintiendo inmediatamente un calor envolvente por todo el cuerpo, pero lo que más la sorprendió, fue ver y sentir a aquel extraño tomando su mano y llevándosela a esa hermosa boca carnosa, dejándola sin aliento.

-Soy Mhurder, hijo Mhurder. - Esa voz tan gruesa y masculina terminó por embriagarla .



Any no podía apartar la mirada de él, sentía un deseo enorme de tocarlo, de sentirlo más cerca, de saborearlo como él hacia con su mano, pero fueron las palabras de su padre las que la hicieron reaccionar.

-Mhurder déjame presentarte a mi hija, mi hermoso tesoro, mi más preciado regalo, ella es...Any, nuestra Any y es el motivo por el cual te he mandado llamar.

La razón volvió a ella en un segundo al escuchar la presentación de su padre y halo su mano de una forma un poco brusca, pero fue más por instinto que por deseo. Notó  como la mirada de aquel hombre cambiaba a una forma más violenta, como si lo hubiera ofendido.

- De que hablas, padre... ¿esta acá por mi?.-  Any no entendía como su padre podría traer a alguien así a su casa y que viniera por ella

Su padre la abrazó llevándola a la sala donde se encontraban su madre y su hermano. Podía sentir a Mhurder mirándola, esa mirada la hacia sentir nerviosa y ansiosa. Al llegar a la sala,  su hermano se encontraba sentado con su madre, ella limpiaba lágrimas de su rostro. Any se separó de su padre y se arrodilló frente a su madre.

-Mahmen, ¿ por que lloras? ¿ que puede hacer tu Lewlhen para alegrarte?

Su madre acunó su cara en sus manos y aún con lágrimas en su rostro miro a Any, como si la viera por primera vez

-Mi Lewlhen, quiero una promesa.


Any sin poder entender que pasaba solo pudo asentir.Su madre besando su frente y aún acunando su rostro le dijo:

-Any tu eres mi regalo, lo fuiste desde el primer momento que te tuve en mis brazos. Siempre me ha parecido que tenerte era más que una bendición y por todo ese amor que te tengo prométeme Any...júrame que obedecerás en  lo que tu Padre te pedirá. No puedes negarte, por más loco que te parezca todo esto, por más extraño y peligroso que te parezca él. -

La mirada de su madre hacia Mhurder, le hizo entender que algo grave pasaba.  Any centró su mirada nuevamente en el extraño, que ahora la miraba como si hubiera realizado algún tipo de ofensa, su ceño fruncido y su mirada distante, ya no eran tan cálidas como al principio.

Ehron levantó a Any de los pies de su madre y la sentó a su lado, aquel extraño hombre tomo asiento al frente de ella.

- Si mi niña-  dijo Ehron, - él esta acá por ti y necesito que los dos me escuchen muy atentamente.Murdher tienes una deuda con migo y es hora de que empieces a pagarla. Por eso deseo que le enseñes a mi niña, todo lo necesario para defenderse, que aprenda desde dar un golpe, hasta manejar un arma Quiero que aprenda a moverse, a esconderse, quiero verla convertida en una guerrera, quiero que ella sepa todo, absolutamente todo lo que pueda asimilar. -

Tanto ella como Murdher se levantaron de sus asientos e iniciaron sus protestas al tiempo.

- ¿Quieres que aprenda a luchar Padre? - dijo Any. - ¿ Para que?...yo no necesito eso...de que hablas ¿ por qué tengo hacer eso?Sabes que no me gusta ¡ por Dios Padre que dices! ¿ y mis clases de baile?....No... yo odio pelear, no quiero...¿Papá?

- ¿Enseñarle a luchar ? - rugió Mhurder, -Erhon estás loco ¿ que te pasa?  Yo no soy un maestro, soy un guerrero. ¿ Y  quien te dijo que podías disponer de mí, como si fuera tu mandadero? Estás loco, además es una niña. .No, claro que no.

- ¡Silencio...los dos!.-  Erhon gritó con voz gruesa, mientras Dalila y Theodore, miraban la escena con diversión. -Murdher, me debes volver a tener una vida. Te encontré cuando estabas totalmente fuera de ti, y es a  mí al que le debes tener la poca cordura que te acompaña, además tu mismo estableciste tu deuda conmigo  ¿o ya lo olvidaste?  Cállate y entiende, para nosotros esto es importante; ni Theodore, ni yo sabemos nada de guerra, por eso recurrimos a ti .Además no tenemos a quien más recurrir. - Ehron miro a su hija y con total calma le dijo - Any,  siempre hemos cedido a tus deseos, todo lo que has querido se te ha concedido, sin importar lo más mínimo .Querías aprender a tocar ese monstruo de batería y lo hiciste, lo mismo la guitarra, los talleres de dibujo y las clases de baile, que no veo su utilidad como una carrera, pero jamás hemos objetado. Así que por primera y única vez , estos padres y ese hermano que tanto te aman,  te piden algo que para nosotros es importante. Por favor Any, hazlo por nosotros  ¿por favor? -

Any no entendía el porque de la situación, pero la cara de suplica de su padre y la mirada de preocupación de su madre la ablandaron. Sus padres eran totalmente permisivos a sus deseos,  nunca le habían exigido nada y la apoyaban en cuanta locura se le ocurriera, así como Theodore que jamás le negaba un capricho.


- Padre  ¿de verdad es tan importante? ¿ me puedes decir el por que?-  dijo Any, obteniendo nuevamente la desaprobación de su invitado. -Podrías por favor no mirarme de esa manera, esto es tan desagradable para mí como para tí "Amigo" y si con esa actitud me vas a enseñar, creo que deberíamos buscar a alguien más.-

Any lo miro con toda la altivez de la que era capaz, e intentado ocultar la ansiedad que sentía cuando lo miraba .

Erhon miró a Murdher con diversión. -Amigo mío, podrías por favor dejar de mirar a Any como si fuera algo extraño, no le gusta.-


Murdher no cambió su postura defensiva y ofendida. -Tu hija Ehron es rebelde y altanera, una buena hija no discute las decisiones de sus padres, solo las acepta y también creo que esa actitud no permitirá que aprenda algo

-Dile Padre, que tu hija se llama Any, que oigo lo que dice y que no me agrada-  Aunque su cuerpo le decía lo contrario.-Y si debo aprender a luchar como tu quieres, él debe aprender a hablarme y a tratarme. No voy a permitir que cualquier troglodita de mal carácter me trate como si estuviéramos en la estúpida Glymera, aquí en nuestra casa "Amigo" no seguimos esa secta de locos. -  Any tampoco relajó su postura.

-Erhon...maldita sea, ¿ es que esta niña no tiene el sentido del respeto ? - dijo Murdher .

- Murdher  ¿podrías por favor no maldecir en mi casa ?-  dijo Dalila con paciencia. -Any, no te preocupes,  sé que es un poco difícil asimilar esto pero ya lo entenderás.  Theodore  ¿puedes llevar a Any a que se calme un poco?

- Ven Any, deja de discutir, parece que quisieras saltarle encima.Vamos hermanita, veamos que tanto eres capaz de hacer correr esos hermosos caballos el día de hoy.  - Theodore extendió un mano hacia su hermana, mirándola con total diversión.- Estoy dispuesto a tener uno de nuestros torneos y dejarme patear el trasero .

Any miró desconcertada a su madre y su padre, tomo la mano de su hermano y antes de salir de la sala miro al guerrero. -"Amigo" en serio, necesitas modales y una correa... pareces un perro a punto de atacar -

- Ehron Ahhhhhh. ¿ dejarás que me hable así?

Erhon observó a sus hijos partir. Se sentó junto a su esposa, mirándola con nostalgia.

-Murdher deja de ladrar, sé como es Any y con esa actitud no vas a lograr tu tarea.Ven acá y  siéntate, es hora que sepas como vas a pagarme el resto de nuestra deuda.

Continuará...


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