martes, 26 de agosto de 2014

Pandora León. Nueva autora y nueva Historia. La llave impura.


 ¡Hola a todos!



 Es un placer para nosotros presentaros a una nueva Autora que va a estar con nosotros a partir de ahora.

Su nombre es Pandora León, y en breve podréis empezar a leer aquí su Historia.

Historia que , ya os adelanto, os va a enganchar desde el principio.

Con nosotros  lo hizo, porque irradía originalidad y frescura y mezcla algo que nos encanta, la angelología y la demonología pero desde un punto de vista muy distinto, mucho mas universal y amplio.

¿Os gustan las historias de ángeles, demonios y demás pero estáis ya cansados de ver siempre las típicas leyendas hebraicas, dando vueltas y vueltas sobre lo mismo?

Pues esta será vuestra historia.

Porque no es una historia de ángeles y demonios...es mas que eso.

Es " La llave Impura", de Pandora León.

En breve, os dejaremos mas informacion de la autora y de su relato.


De momento, la primera parte del  primer capítulo.( haz clic en la foto)

¡ Saludos a todos!

http://historiasnocontadasaun.blogspot.com.es/2014/08/la-llave-impura-capitulo-1-primera-parte.html




La llave impura. capitulo 1. Primera Parte.




Capitulo 1




-¡Mío!-

Claro, eso sería cierto si fuera tan alta como una modelo, pero en realidad, llegó tarde a ese departamento antes de nacer.

Suspiró.

Lamentablemente Magnatara heredó la poca estatura de su madre, una melena caótica y unos ojos tan extraños como los de su padre.

Tal vez solo debería parecerme a ella.

El problema estaba en que si ella lo quisiese, Magnatara podría ser exactamente como Salomé.

Sí, en comparación con Salomé, -la esbelta traidora de cabello color canela, ojos color oro, piel de porcelana y de unas largas y perfectas piernas kilométricas- ella no era tan agraciada. No es que fuera fea, solo que la odiosa víbora era más linda.

Oh, eso era una mentira, Magnatara era hermosa… pero solo así le encontraba la respuesta a esta apestosa situación.

Su Rakshasi se movió inquieta en su cabeza, tratando de escaparse. Si eso sucedía querría descuartizar cualquier cosa, dado a que estaba encerrada en un auto y quien estaba a su lado era su dolor de culo -amor platónico-, no sería nada productivo.

Se pellizcó el puente de la nariz en un intento por calmar su creciente enojo.


 Ahora estaba cabreada, y en definitiva sus uñas ya se estaban convirtiendo en garras.

Cálmate
.

Subió el volumen del radio –por quinta vez, luego de que su acompañante disminuyera el volumen las últimas cuatro veces.- y se recostó en el asiento de pasajero, escuchando la estrepitosa banda Rammstein y su canción Rosenrot.






Cerró los ojos con satisfacción, arrullada por la fatídica canción como si fuese una canción de cuna.

Kamlot estaba a su lado, conduciendo –después de tanto insistir en tomar el volante, Magnatara lo único que consiguió fue que le dedicara una de esas escasas sonrisas torcidas que le hacía perder el aire tan delicadamente como un puño en el estómago, pero no el volante.