miércoles, 20 de noviembre de 2013

Locura Angelical. Capítulo 4. Primera vez






Aproximadamente 2000 años después, en algún lugar cerca de Charleston, Carolina del Sur






Su cuerpo estaba tenso, la inminente necesidad de luchar recorría todo su cuerpo, sus manos formaban puños a los costados de su cuerpo. Agazapado en medio del bosque , trataba de encontrar aquella paz mental que había perdido hacia tanto tiempo, las voces en su cabeza no daban tregua en algunos momentos y su lucidez se desdibujaba en medio de escenas de ojos rojos, una mujer atada, una colonia de seres horrendos y el dolor lacerante del alma al entender el origen de su amor. En ese momento su vida se había perdido, su rumbo cambió la esencia de siglos de una vocación para la cual había nacido. Había sido un hermano, uno de los grandes y de los pocos que quedaban y al final el golpe de su gran amor lo dejo sin nada.




Sin poder evitarlo un rugido poderoso surgió de su boca, y con el iba el dolor del alma herida, del cuerpo que ya no tenía una misión y de la mente que no encontraba su norte. Una fuerza inclemente se apodero de él, siendo un triste árbol aquel que pagara su ira y recibiera los golpes de frustración que intentaban encontrar la lucidez y el sentido de su vida.









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Dos días después....




Su última aventura por el bosque trajo cierta claridad a sus días, así que ahí estaba , sumergido a una cantidad de pliegos y hojas sobre su escritorio, rodeado de libros de diversas épocas, totalmente inmerso en su búsqueda, completamente ido en sus pensamientos y como siempre hablando con él mismo. Su imponente figura contrastaba con su comportamiento, su pelo negro y brillante como la noche, le llegaba en capas hasta sus hombros con aquellas vetas rojas, su cara de color caramelo, combinaba con unos ojos verdes grisáceos intensos, perdidos y sin brillo, sus cejas pobladas, sus pómulos pronunciados y su boca exquisitamente rellena, tenían una constante expresión de enfado.


Desde el desafortunado episodio con Xhex, las voces en su cabeza habían adquirido parte protagonista de su día a día y todas por consiguiente hablaban al tiempo, llevándolo por caminos que él mismo no estaba muy seguro de querer recorrer. Pero habían pasado alrededor de 75 años y las voces eran su compañía constante; en el día cuando el sueño lo vencía, las voces se convertían en imágenes y esas imágenes no lo abandonaban. Siempre terminaban en el mismo sueño, ese sueño tan maravilloso donde por una milésima de segundo encontraba la paz que tanto anhelaba, pero al segundo siguiente la confusión y el terror lo invadían despertándolo en el momento más aterrador, por eso buscaba respuestas tan desesperadamente.




-Señor, disculpe pero alguien quiere verlo-




Absorto en sus pensamientos, casi no oyó a su sirviente. Su mente siguió divagando. ¿ quien era él? Eliahu Rathboone, ese era el nombre que había usado hacia varios años, con ese nombre se dio a conocer y ahora lo creían un fantasma gracias a un programa paranormal. Era dueño de un hotel y en ese hotel se creía que vivía su espíritu, sin siquiera imaginar que era él mismo el que deambulaba por las noches, escuchando a su huéspedes, seduciendo a las damas solitarias y luego borrándoles la memoria haciéndoles creer que habían tenido un erótico sueño húmedo. También salía a buscar restrictores, existían algunos por esa zona, ya que varias familias que se querían alejar de la Glymera vivían por allí.




-Señor,Señor,...¿SEÑOR?-




- ¿ Queee? - Aunque Darwin era su fiel Doggen, nunca lo juzgaba y por consiguiente soportaba sus locuras, su presencia cuando estaba tan concentrado realmente lograba sacarlo de casillas.




-Señor tiene una visita-




- ¿Visita, para mí?- su mano se fue por inercia a su pecho buscando sin fortuna su daga, pero aquella daga no se encontraba en el lugar que debía estar; como Hermano de la Daga Negra había tenido sus dagas siempre en el pecho, pero al desertar dejó todo atrás. Su cabeza hizo un movimiento brusco, siempre que dirigía sus pensamientos hacia allí, su mente no soportaba la presión, así que volvió a centrarse en sus libros




- Señor ...la visita...-




-¿Visita? ¿ quien es?




-Theodor, hijo de Erhon, dice que quiere verlo señor.-




- ¿Theodor?.Por Dios no lo veo hace como 50 años ¿que hace acá?




-No lo sé Señor, pero quiere verlo. -




-Entonces hazlo que pase, no pienso bajar a asustar a nuestros huéspedes.-




Varios recuerdos vinieron a su mente, recuerdos de una época borrosa y terriblemente dolorosa, solo que al final encontró que algunas personas tienen grandes corazones




-Buenas Noches Mhurder hijo de Mhurder- con una sonrisa Theodor tendió su mano al Hermano, pero este lo arrastró hacia su pecho envolviéndolo en un fuerte abrazo.




-Theodor hijo de Erhon ¿como estas?Es un milagro verte ¿a que debo el honor de tu visita?-




Como hijo de Erhon, Mhurder no se reservó la expresión de su agrado, realmente quería a esa familia. Ellos, en especial Erhon, le habían mostrado el camino de regreso a su actual vida, le habían enseñado a tener pequeños espacios de cordura, aunque tener voces en su cabeza no era precisamente una señal de cordura, pero lo habían dejado mejor de lo que había llegado definitivamente.




- ¿Mhurder? Mhurder hermano ¿estas bien?- Al sentir la voz centro su mirada en Theodor que lo observaba con el ceño fruncido y reaccionó al ver que se había vuelto a perder en sus pensamientos.




-Disculpa, ya sabes que a veces.... me pierdo, pero dime ¿que estas haciendo aquí?-




Theodor no mejoró su expresión, por el contrario empeoró mostrando de pronto un profundo tormento. -Te necesitamos, mis padres y yo, es muy importante para nosotros que puedas ir a nuestra casa. - La desesperación en su voz eran un reflejo de su rostro.




-Theodor ¿que pasa? - Mhurder inmediatamente arrastró las voces de su cabeza y las encerró en lo más profundo de su mente, y toda su atención se centró en su amigo




-No puedo decírtelo ahora, debe ser en presencia de mis padres y de... por favor dime que irás.-




-Mañana al caer la noche iré, pero ¿ que es lo que pasa?- Y así sin decir una palabra más, Theodor se desmaterializó en su estudio y dejo a Mhurder completamente desconcertado. Lo habría seguido, pero el implacable amanecer se acercaba, imposibilitando su partida.






La noche siguiente llegó y al momento siguiente Mhurder se materializó junto a la puerta de la casa de Erhon. Su casa era una pequeña mansión antigua rodeada por hermosos jardines y fuentes de ángeles deliciosamente esculpidos .Golpeó la puerta una vez e inmediatamente esta se abrió, mostrando nuevamente a Theodor, seguido por sus padres, Erhon y Dalila.




-Mhurder...- susurró Dalila arrojándose a sus brazos y llorando en su pecho con profunda amargura.




-Dalila, querida cálmate, asustas a nuestro amigo. - Acercándose a su shellan, Erhon envolvió en sus brazos a su desconsolada esposa y dirigió a su amigo una mirada profundamente amable y agradecida. -Disculpa a Dalila, pero ha estado sometida a mucha presión.




-Ven Mahmen, deja que papá salude a nuestro invitado- dijo Theodor, tomando a su madre de la mano y llevándola a sillón más cercano




-Erhon, es un honor para mí verte de nuevo- dijo Mhurder, -Pero por favor dime que pasa, tu shellan y tu hijo me están dejando muy preocupado, y bien sabes que no soy muy dado a la presión-




-Viejo amigo, no queremos preocuparte, el motivo de nuestro llamado tiene que ver con alguien muy especial para nosotros y el principal motivo de la desesperación de mi familia-




-Erhon, por Dios santo dime de una vez...-




Pero una fragancia deliciosa lo golpeó, un profundo olor a tierra húmeda mezclada con olor a rosas que le hizo enmudecer. Su cabeza giró hacia tan encantador aroma, para encontrarse con la criatura más hermosa que él hubiera visto. Hermoso cabello rubio-rojizo, enmarcaban una hermosa cara de ángel, grandes ojos marrones que lo observaban con recelo y esa boca, deliciosa boca que incitaba a las mas oscuras perversiones de su alma.




Su corazón, aquel corazón que el consideraba muerto, saltó en su pecho inyectando sangre por cada una de las células de su cuerpo, dejándolo completamente inmóvil y sintiendo por primera vez en mucho tiempo un deseo inmenso, deseo de poseer, de marcar, de saborear, pero sobre todo de anhelar aquello que alguna vez tuvo.




-Oh querida mía, acá estas, ya iba a mandar buscarte, ven quiero presentarte a alguien. - Tomando a la criatura de la mano la condujo a solo unos pocos pasos de distancia de Mhurder. -Hermano mío, déjame presentarte a mi más valioso tesoro.-






Sin poder evitarlo y deteniendo la presentación de Erhon, Mhurder tomo la mano de la chica y con toda la elegancia que su cuerpo pudo mostrar, la dirigió a su boca, plantando en ella un profundo beso. -Soy Mhurder, hijo Mhurder - dijo con una voz más gruesa de lo normal y sintiendo un cosquilleo por todo su cuerpo al entrar en contacto con ella.




Con una sonrisa en los labios y alivio en la mirada Erhon le dijo: -Mhurder déjame presentarte a mi hija, mi hermoso tesoro, mi más preciado regalo, ella es...Any, nuestra Any y es el motivo por el cual te he mandado llamar.-


Continuará

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