Locura angelical. Capítulo 9. Amigos.

CAPÍTULO 9: AMIGOS



Any no giró, no se atrevía a verle la cara a su hermano.

-Lo lamento- dijo en un susurro y sin pensarlo, corrió lejos de ese par de machos " ¿Que me pasa?". Subió las escaleras, no quería que nadie la interrumpiera, entró en su habitación y tiró la camiseta que aún tenía en las manos

Caminó de un lado a otro de su habitación, mientras su corazón empezaba a detener un poco el martilleo acelerado y su respiración se volvía más lenta, sus manos sudorosas pasaban por su pantalón una y otra vez y lentamente una sonrisa se dibujó en su cara, finalmente se tumbó en su cama sintiendo las mejillas sonrojadas. Había pensado por un momento que lo que había hecho era terrible y mientras el martilleo cesaba, comenzó a sentir la deliciosa convicción que ese beso era lo más erótico que le había pasado nunca y lo mejor era que quería que se repitiera...y pronto.



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- Te lo advertí- dijo furioso pero contenido

- Lo se...-

- Te dije que no te acercaras a ella-

- Lo se..-

- ¿Y por qué demonios no te mantuviste lejos de ella?- dijo Theodore




- No lo sé... mira Theodore, lo lamento, en serio, simplemente paso, ni lo pensé, perdóname Hermano te aseguro que no va a volver a suceder -


- Claro que no va a volver a suceder..Murdher en verdad te aprecio e independientemente de como eres te aseguro que me agradas, pero algo debe quedar claro, mi Hermanita es sagrada y a ella la adoro más y no voy a dejar que tu la hieras , ella no sabe de locuras, nunca ha visto la maldad del mundo y menos de los hombres


- Yo no soy...- pero no pudo decir nada más. Murdher era un hombre perturbado, lleno de demonios, de dolor y pena, de maldad. ¿ Como podría alguien como él pensar que podría acercarse a alguien tan hermoso como Any? ¿cuanto podría soportar ella sintiendo a su lado a alguien que a veces se portaba de una manera tan irracional ?

Sólo que ella era el único ser que había sido capaz de acallar sus voces, de hacerle sentir paz, pero esa paz no era eterna, él lo sabía.Sus demonios pronto regresarían y no podía arrastrar a Any con él. -Te hago una promesa Theodore, seré solo su mentor y me alejaré de ella en el momento que sea capaz de defenderse sola, Te lo juro en nombre de lo que tu y tu familia hicieron alguna vez por mi-


- Espero que así sea Murdher, tomo tu juramento y creo en tu palabra, ahora me retiro a descansar...tu deberías hacer lo mismo-



Y sin mirar atrás Theodore se marchó dejando a Murdher en mitad de aquella sala.




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- Ehron...no seas obtuso, eso es tonto de tu parte - dijo Dalila en todo jocoso

- No soy obtuso Leelan, solo soy consiente de las cosas que pasan a nuestro alrededor. Murdher y Any no deben relacionarse más allá de la labor para lo cual lo hemos llamado, ella es pura y tierna y él ...bueno él esta loco -

En ese instante entro Theodore en el cuarto de sus padres

- No lo puedes permitir padre...no debes permitir que Murdher se acerque a Any que no sea con el propósito de enseñarle lo que hemos pedido, empiezo a creer que no debimos haberlo llamado -

- No puedo creerlo ¿tu también Theodore? - dijo Dalila más seria

- Mahmen el la.... la desea, la anhela, es imposible no verlo en como la mira -

- Basta - dijo Dalila muy ofuscada, - Basta los dos ¿que les pasa? ¿ desde cuando se comportan así?, ¿Como pueden pensar que ustedes son los únicos para decidir si le conviene o no a Any ? ¡Por la Santa Virgen Escrinbana! No estamos en la Glymera y ustedes no van a decidir si mi hija puede o no estar con alguien. ¿Alguno se puesto a pensar como se va a enfrentar Any al mundo cuando no estemos? ¿ o se les olvidó que no nos queda mucho tiempo? Murdher puede tener problemas pero por encima de todo es un guerrero, fue un hermano, conoce personas que tal vez ayuden a cuidarla.

Queremos que ella sea una guerrera, pero Any no es violenta y todo esto le está costando mucho, así que él es nuestra mejor opción - el rostro de Dalila era furia pura y los miraba como si estuviera a punto de sacarlos a luz del sol

Ehron se acercó a su esposa con una sonrisa en el rostro, la besó en la sien y le susurro al oído -Por eso te Amo Leelan, eres una caja de sorpresas -

Y así mirando a sus padres y sobre todo la ira de su madre, Theodore decidió no decir nada del juramento que Murdher le hizo.




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Esa noche Any llego al salón con una mezcla de ansiedad y temor, no sabía a que iba a enfrentarse después de lo que había sucedido la noche anterior

Y por primera vez , su guerrero no había llegado a la hora a la cual estaban programas sus eternas clases de combate, así que tenia un rato para ella. Colocó su equipo de música y "Sing of the Moment” de Aerosmith comenzó a sonar por los altavoces, su cuerpo comenzó a moverse con el ritmo de la música, sus brazos se movían como si se tratara de ballet, su cuerpo respondía a las notas de la canción y la gracia propia de una bailarina como ella la invadió.

Muchos pensaban que el ballet estaba asociado únicamente al ritmo del Lago de los Cisnes, pero a ella la mezcla de ballet y rock le parecía hermosa. No solo se movía con elegancia, sino que añadía fuerza a su cuerpo, los movimientos fluían, sus piernas giraban y la alzaban por toda la habitación, el sudor familiar la cubría de cabeza a pies, casi parecía que podía volar mientras daba vueltas y danzaba al compás de la música



Al momento de detenerse con aquella elegancia natural, se encontró de frente con Murdher que estaba contra recostado en la pared cerca de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Llevaba una ceñida camiseta negra que resaltaban su pecho y brazos, con unos vaqueros rotos que forraban mucho sus musculosas piernas. Ella lo quería a él, en verdad deseaba a este vampiro.

- ¿Que haces ahí? - dijo Any un poco nerviosa

- Te observo, eres un espectáculo para la vista, eres muy, muy hermosa Any - dijo de Murdher con la voz ronca del deseo

- Mira con respecto a lo de anoche...-

- Alto - dijo él incorporándose, acercándose a ella, su rostro ya no reflejaba deseo sino vergüenza.
-No digas nada, fue culpa mía Any. No debí haber...hecho lo que hice, lo lamento mucho , lo lamento...no debo acercarme a tí, no debo ser más que tu instructor, es lo único que puedo ser- Respiró hondo y retomando su papel de guerrero dijo -Comencemos ahora...-


- Murdher no te culpo de nada, sé que no lo hiciste para ofenderme o faltarme al respeto, - Any no quería al instructor serio y mandón que ladraba ordenes, como hasta ahora; quería al hombre más allá del guerrero poderoso que era. Así que debía elegir muy bien como lo quería decir - ¿ Por que no empezamos de cero? ¿ Qué tal si comenzamos como...amigos ? Yo nunca he tenido un amigo y ya que tenemos que estar juntos en medio de estas horrendas clases, podemos intentarlo ¿no crees?- y con algo de duda levanto su mano derecha - Que te parece ¿amigos?

Murdher observó Any con cuidado, era hermosa sin duda lo era, pero era muy lista y encantadora, muy encantadora y a una criatura como ella no se le podía decir que no. Extendió su mano y tomó la de Any

- Esta bien Ángel, seremos amigos, muy buenos amigos -