Despliega tus alas. capitulo 24. Tengo tu nombre tallado en mi alma.

ADVERTENCIA: PARA MAYORES DE 18 AÑOS. LENGUAJE ADULTO Y CONTENIDO SEXUAL


Algo se había apoderado de ella; esa que estaba frenética, retorciéndose de deseo no era ella. ¿ O si?  Sinceramente, le daba igual; todas las dudas anteriores, las empanadas mentales y demás habían quedado atrás y ahora solo sentía...y  ¡Dios! ¡¡como sentía!!.

Ahora solo le veía a él, el ser  por el que daría la vida si eso hiciera falta.

Jadeó buscando aire  porque sus pulmones iban a  colapsar ¿ de donde le venían esas locas  ideas?

"Si esto es sólo sexo yo soy un enanito de los bosques ."

Se vio de repente desnuda de cintura para arriba y con el ángel desabrochando su sujetador de  cierre delantero con los dientes. ¡ Maldita fuese! El pensar la estaba privando de unos momentos que deberían adherirse a su memoria por los siglos de los siglos,  y no perdérselos por la tormenta mental que estaba  teniendo.

A la mierda.

"Menos pensar y mas sentir."

Centró su atención en el ángel y en como estaba devorándola con la mirada , acariciando la piel del valle de sus senos  con la punta de sus dedos, como si de  una delicada pluma se tratara.

- Por favor...-

- Por favor  ¿qué? - A él se le  escapó una sonrisita lasciva al  preguntar.

Oh, iba a matarlo después, eso seguro, nadie la hacía suplicar de esa manera por algo que normalmente le daban  de forma gustosa . Clavó su fiera mirada en la suya.

- Por favor....tócame con fuerza, tómame  o haz lo  lo que sea, pero no me tortures mas haciéndome desearte hasta la locura-Esa parte de ella deshinibida estaba tomando el control  y eso parecía gustarle al ángel, su  deliciosa carcajada inundó la habitación con un sonido de campanillas que , de forma extraña, la  inundó de dicha.

- Y yo que quería que  esto fuera  bonito ¿ no te gusta?-

 Ligeramiente furiosa por su  burla, ella  respondió apretando con fuerza   su trasero  con las manos,  sintiendo cada una de las fibras musculares   bajo sus dedos.

Madre mía, puedo tener un orgasmo sólo tocándole el culo.

Casi lo había tenido lamiendo cada uno de sus piercings, algo con lo que había soñado muchas veces, por no decir cuando había  abarcado  dureza masculina  que había sido mucho mas grande  de lo  que  había  esperado, y eso que lo había visto en reposo la primera vez que se conocieron.

Oh si, las hormonas las tenía allá por el séptimo cielo y la estaban volviendo loca.

Su culo, céntrate en su culo, si te centras en su polla te corres ahora mismo .


¡Agh! No le gustaba nada esa parte de sí misma que estaba susurrándole cosas en la cabeza.-  Me gusta demasiado y no me dejas disfrutar del resto  de tí-

- Ah, pues tenemos que remediarlo ... - Él estaba jugando con ella, tanto con el tono de voz  burlón como con sus movimientos lentos y sinuosos. Ella bufó exasperada y él se rió.

Ahogó un grito cuando , sin avisar, él bajó la cabeza y pasó a la acción . Metió   uno de sus pezones en la boca empezando  a degustarlo, lamerlo y pellizcarlo con los dientes.Eso se sentía delicioso provocando que el fuego  en su vientre creciera muy deprisa...demasiado deprisa.

 Maldito fuese iba a ....

¡ Madre de todo lo vivo, divino y demás!  La sorpresa  del prematuro desenlace  la dejó sin pensar, y gritó tan alto que  estaba segura que la habían oído hasta en catmandú.Estalló en mil pedazos cuando el orgasmo mas rápido de la historia la recorrió  desde la punta de los  dedos de los pies hasta  el último pelo de la cabeza.

Inconscientemente se encontró con su espalda arqueada hacia él,  provocándole para que no se detuviera y continuara. Sus pechos, henchidos y doloridos  se  mecían con los movimientos de su respiración, una respiración que intentaba devolverle un poco de oxígeno a sus pulmones.

¡Oh Dios! Eso era una lengua y el resto  eran tonterías. Si había creído que Tom era un portento con ese apéndice, había estado muy equivocada.  Tuvo un resquicio de algo al pensar en Tom, pero algo muy dentro suyo, apartó ese resquicio y lo encerró muy profundo. Ese era su momento y  tenía que ser porque era lo correcto...

Su mente volvió a su cuerpo e   hirvió imaginando lo que podría hacer esa lengua en otra  parte  de su anatomía y el liquido creció entre sus piernas. Él no le estaba dejando tregua ,  no dejaba de besarla  y chuparla, de lamer y castigar   y la sensación se estaba convirtiendo en ansiedad insoportable. 

- Maldito...- pronunció ella jadeando. Él levantó la cabeza con una sonrisita diabólica en su cara. Porque sabía que era un ángel, si no...

- Eres la primera mujer  que me maldice después de  correrse. - La risita  angélica  provocó burbujas en su estómago. Él ociqueó en su cuello provocándole cosquillas - Y  solo estoy empezando  y aún  llevas los pantalones puestos. - Sintió sus mejillas arder de la vergüenza ante lo que no sabía si tomarse como burla o como una expresión del ego masculino. El ángel buscó su boca y  la besó en los labios de forma dulce pero intensa - . Eres divina, deliciosa  y me  tienes loco ...-

Ayyyyyy...  ella sí que estaba volviéndose loca por unas sencillas palabras, que  salidas de esa boca la estaban haciendo sentir la mujer mas dichosa del  mundo.  

Sus pantalones la molestaron mas  que nunca y sólo  quería arrancárselos  para que él pudiera tener pleno acceso . Se le hacía la boca agua y  no podía esperar a tenerle entre sus piernas.

A la mierda los pantalones

Se  los bajó de un tirón con sus manos,  quitándoselos con urgencia y los pateó bien lejos.

Alitas, su Alitas , río con ganas  observándola fascinado.- mmm, sabes como hacer   que un hombre se sienta orgulloso  -

- No eres un hombre, eres un ángel- replicó ella cómo  si ese argumento pudiera hacer alguna diferencia en lo que estaba sucediendo. Mientras hablaba,  ella  rotaba sus caderas  y se frotaba contra la entrepierna del ángel provocándolo y parecía que lo conseguía porque el macho bufó como un toro.

Estaba duro como una piedra y era enorme, pero eso solo la hizo babear aun mas por la expectativa de tenerlo dentro de él .Un  sentimiento de posesión  inaudito se apoderó de ella.

- Eres un ángel, mi ángel -Le dijo con voz  ronca  recogiendo un mechón de su pelo y colocándolo detrás de su oreja.

De repente Lassiter se quedó quieto , mirándola  intensamente, como si aquello que hubiera pronunciado le afectara a otro nivel.

Lo sintió en su corazón, el eco de una antigua canción que resonó dulcemente en su cabeza.

¿ era posible?

 Mentiría por ti y esa es la verdad.
Haría todo lo que me pidieras, incluso,
vendería mi alma por ti,
lo haría todo por ti...
solo tienes que creer en mi...

Solo observa mis ojos,
veras un amor que es ciego,
solo aférrate a mi mano,
te llevare al paraíso.

No existe una estrella  demasiado lejana...

Cada deseo tuyo, será un anhelo
que haré realidad y si quieres
la luna, lo prometo, la bajaré para ti

Déjame dentro de tu corazón...

Cariño, créeme, tengo tu nombre
tallado en mi alma,
y eres a la única a la 
que se la entregaré.

- ¿ He dicho algo malo? - Preguntó  acariciándole, para calmar lo  que  pudiera haber provocado sin querer . Él  suspiró y se enterró en su cuello, besando la  carótida por la que pulsaba su sangre a toda velocidad., enredando sus piernas con las suyas.

- No, nada malo...algo que no oía desde hacía mucho tiempo y creí que no volvería a escuchar.-

Ella  no debía haber  oído  el susurro con el que él respondió sobre  su piel antes de besarla y hacerla sentir volar , pero estando tan cerca de su oído,  era imposible no  haberlo hecho.




                                               Movería montañas si quisieras
                                           Caminaría a través del fuego por tí
                                            Caminaria en la naturaleza por tí
                                               Si sólo creyeras en mí...

                                     Nunca verás el día en el que rompa tu corazón
                          Verás el cielo caer antes de que alguna vez llegue tan lejos
                               Te mostraré el cielo cada segundo que estés en mis brazos

                                      ¡Nena estoy loco, Pero loco por ti!


Continuará...