domingo, 2 de marzo de 2014

La cazadora y el dolophomos. Capítulo 20 . Condiciones & Otra vida






Janice no sabía si había escuchado bien.

Deimos...ese dios fuerte, seguro de sí mismo, el mejor guerrero que hubiera conocido y un amante supremo ¿le estaba pidiendo matrimonio?

¿Por qué ella? ¿Por qué ahora? Le parecía imposible que alguien como él le pidiera matrimonio así como así....aunque podría ser para vengarse de su familia.

Sin quererlo, su mirada se desvió a los testigos que había delante de esa escena.

- No...no los mires a ellos. Esto no tiene que ver con ellos Jan-





Deimos había escuchado sus pensamientos y no le gustaba como pensaba de ella misma. Tendría que solucionar eso.

Tomando el rostro de su cazadora entre sus manos hizo que lo mirara fijamente

- Te amo desde hace un tiempo y fui muy cobarde por no decírtelo. Desde que nos conocimos hemos tenido una atracción inusual uno por el otro. Al principio solo nos divertimos pero ,para mí, comenzó a ser una necesidad estar contigo...Jan te amo. Haré lo que sea para que me creas.-

La miró a los ojos intentando que viera la verdad en ellos, en sus palabras. Estaría destrozado si ella lo rechazaba.

Janice le creyó...creyó cada palabra y olvidó todo lo demás. Con una sonrisa tonta que se extendió por toda su cara asintío hacía su dios. Aceptó cada palabra de sus labios. - Si Deimos me casaré contigo pero Miro a Phobos y a Larissa- Necesitaría que hablarámos de algunas cosas antes que hagamos esto-.

Deimos aceptó ¿cómo no iba a hacerlo si le dijo que sí ? No pensó jamás poder sentirse tan feliz como estaba en este momento. Miró a Phobos

- Llévatela. Yo iré cuando pueda -

Larissa estaba furiosa. Esa maldita le había quitado a Deimos y no lo dejaría así...él era suyo.

Levantando su mano, antes que Phobos pudiera agarrarla, le lanzo una descarga que podría matarla.

Deimos vio tarde el movimiento de su hermana, abrazó a Jan para protegerla con su cuerpo pero nada llegó. Sólo escucho el grito de su hermana y la maldición de su gemelo. Cuándo miro Phobos estaba mirando a Larissa que estaba agachada en el piso agarrándose el rostro.

Janice miraba a la diosa incestuosa sin remordimiento, se había ganado lo que le pasó. Escuchó como Deimos le dijo a Phobos que se la llevara.

Al segundo estaban solos de nuevo. Antes de poder hablar, los labios de Deimos estaban devorándola nuevamente, y ella estaba tan dispuesta a dejarse llevar pero no...lo había prometido y era algo que iba a cumplir.

Rompió el beso jadeante y apoyo su frente en el pecho de su hombre.

- Si vamos a seguir con esto debemos casarnos - Miro a un dolophonos confundido- Para poder salvarte de Noir y Azura hice una promesa al Dios que está por encima de todos los panteones. Aquel que no necesita ninguna plegaría para ostentar todo el poder que posee-

Deimos abrió los ojos demesuradamente. Sabía perfectamente a quien se refería...todos conocían esa clase de poder y esa divinidad aunque nunca la vieron.

Se decía que tenía tanto poder que no podía verlo y seguir con vida. ¿cómo había hecho Janice para contactar semejante poder? ¿cómo lo conocía?

Mientras escuchaba el relato de su cazadora todo comenzaba a tener sentido. No puedes pelear con un Dios que no necesita plegarías ni conjuros para trabajar. No puedes ir contra sus preceptos y leyes si quieres que te ayude. Y él no iba a hacer que Jan los rompiera, no cuando ella estaba con vida gracias a Él y ellos también.

Sonriendo beso por última vez a Jan y la miro a los ojos- Se hará como se tenga que hacer Jan, pero lo haremos ahora. No puedo esperar. No con estó

Sin decir más los destelló a ambos a cumplir con una unión que dejaría a más de uno sorprendido pero sería la felicidad para ellos dos.


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Desperezándose Janice sintió el calor de otro cuerpo a su espalda. Sonriendo , miró encima de su
hombro y vio a su reciente esposo dormido, con un brazo en su cintura. Iba a ser difícil levantarse sin despertarlo. Pero de alguna forma consiguió salir de la cama e ir al baño.

A los minutos, suspiró cuando el agua tibia escurría por su cuerpo. Había pasado una trasnoche y un amanecer demasiados agitados.

No podía creer que Deimos había hecho todo lo posible para que se casarán bajo sus nuevas reglas delante de un ministro.

Sonrío ante el recuerdo...un dios olímpico haciendo todo eso por ella.

Era demasiado bueno.

Lo que vino después fue lo mejor, el sexo siempre fue excelente con él .

Cerrando los ojos mientras metía la cara en el agua se puso a pensar. Su vida había hecho un cambio radical inminente.

Cuándo convocó a yhvh no pensó que la escucharía ¿por qué vendría por ella si nunca lo había adorado? Pero respondió a su llamado.

A cambio de su servicio, no solo había librado a Deimos y sus amigos, sino que tenía su alma de nuevo aunque con el sello de Él. No se vería físicamente pero cualquier ser sobrenatural lo notaría.

El trabajo era más o menos lo que hacía siempre ,nada más que ahora encerraba demonios. Aunque si veía un daimon molestando,  tenía la libertad de acabarlo.

Suspiró dejando la nuca debajo del chorro de la ducha.

Lo que le preocupaba ahora era Deimos, su familia no tomaría bien el hecho que se haya casado con ella y , mucho menos, que la ayudara en su labor.

Sonrióo y se olvidó de todo cuando  unos brazos fuertes y masculinos la abrazaron por el estómago y la pegaron a un cuerpo que conocía muy bien. Levantando su mano para acariciar su pelo apoyó su cabeza en el hombro de su dios :

- Hola…¿cómo dormiste?

Deimos beso el hombro de Janice mientras la mantenía cerca de él

- Muy bien hasta que decidiste levantarte. Pero te perdono, el verte en la ducha desnuda compensó mi trabajo al levantarme.

Su risa llenó su alma y lo hizo sonreír, por fin la tenía.

Sus manos subieron lentamente hasta acariciar sus pechos , habían estado toda la noche y parte del día haciendo el amor, su cuerpo debería estar algo irritado por lo que tenía que ser suave con cualquier caricia.

Tenía muchas ganas de enterrarse en ella de nuevo, hacer que gima y grite su nombre como lo hizo las últimas horas pero no podía pedirle algo así, la lastimaría y no quería eso.

En ese momento recordó una canción que escuchó al pasar por las calles de la ciudad, cuando la buscaba y no sabía si estaba viva. Esto los distraería y le dejaría en claro a ella algunos sentimientos que había estado desarrollando.

Usando sus poderes hizo que la canción comenzará a sonar en el cuarto…

Saco a Janice de la ducha y , sin dejar que se vistiera, la llevó hacía la habitación que ahora ambos compartían mientras la miraba a los ojos comenzó a cantar:

Cuando me atrevo yo sé que es demasiado tarde para darle la vuelta, pero aún te necesito.

No puedo comunicarme con la carga de este peso.

Mi mundo es de color negro hasta que te veo Tiro de su esposa a sus brazos para poder bailar con ella mientras la miraba a los ojos y acariciaba su pelo no dejaba de cantar las estrofas de la canción:

No sé cómo, no sé cuándo pero finalmente puedo volver a respirar.

La vida es demasiado corta, el día es demasiado largo

al final me lo sabía desde el principio

lo supe todo el tiempo

Dos caras de un cuchillo,

historia de mi vida,

el dolor es fuerte, sangra la comodidad a través de esta.

Parece que no puedo borrar de mi cabeza, me hubiese gustado que me matara.

Cayendo a pedazos porque yo todavía te necesito Moviéndose al ritmo de la música no dejó nunca de mirarla, quería que entendiera cómo se sintió sin ella y cómo es ahora:

No sé cómo, no sé cuándo pero finalmente puedo volver a respirar.

La vida es demasiado corta, el día es demasiado largo

al final me lo sabía desde el principio

lo supe todo el tiempo.

Al igual que un niño recién nacido,

como un cuervo en el viento.

Por fin puedo respirar de nuevo

Janice estaba emocionadísima mientras escuchaba su voz rasposa pero melodiosa al mismo tiempo, como una estrella de rock. Era una voz única, estaba segura que nadie más podría cantar así.

Con algunas lágrimas sin derramar,  besó a su esposo con amor, no pudiendo agradecer con palabras pero sí con hechos...lo que se aseguraría de hacer todo el tiempo que estuvieran juntos.


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Phobos destelló en la sala de la casa de la cazadora. Sabía que su gemelo estaba aquí. Por el fín el muy cabrón se había puesto en contacto con él..¿qué diablos le tomó una maldita semana?

Caminó hacía la cocina dónde vio a su gemelo solo con unos pantalones puestos. Su espalda tenía algunos rasguños….yep había aprovechado su estadía aquí.

Apoyado en el marco de la puerta observó como Deimos lo miraba encima de su hombro

- Hasta que llamaste…¿podrías haberme avisado antes que ibas a estar tanto tiempo afuera no? Las furias y la pervertida de tu hermana me volvieron loco preguntando dónde te habías metido

Frunció el ceño al pensarlo mejor

- Espera…¿por qué mierda no pueden encontrarte? . Nuestra madre y tías pueden saber dónde estamos siempre-

Deimos sonrío divertido y se dio vuelta con una taza de café en la mano.

Janice estaba con sus compañeros de caza, esta noche él no la había acompañado porque era hora de hablar con su gemelo. Ella le había deseado suerte y se había ido dándole intimidad….amaba mucho a esa mujer.

- Yo te diría que te sientes - Phobos lo miraba como si lo fuera a comer. Rodó los ojos...como si estuviera tan bueno.

Cuando por fín su gemelo se acomodó le tendió una taza de café y se sentó enfrente de él

- Mira...primero...mierda, Phobos no hagas eso, es café y no lo preparé yo, así que deja de jugar y pruébalo -

Suspiró exasperado cuando el aludido probó un sorbito, y ,satisfecho, se acomodo para tomarlo con confianza.

- Como decía. Como te imaginarás, me case con Janice. Segundo...Jan es semidiosa ahora, y sí, yo la hice así. Y por último...seguiré ayudándote con las furias pero , por obvias razones, mi lealtad ya no es 100% hacia ellas...sino hacía mi esposa y nuestros aliados. Además me pasé de bando, mientras esas misiones no interfieran estaré a tu lado...por lo que tú serás el líder ahora -

Phobos se atragantó con el rico café...por una vez que no bebía el veneno que hacía su hermano, este va y lo arruina

- Espera ¿qué? ¿me estas dejando a cargo de esos locos? y no entiendo ¿De qué lado estás ahora?

Deimos hizo un gesto con la mano y limpió el desastre de su hermano

- Si ellos son locos ¿nosotros qué? Somos hermanos, todos tenemos la misma locura.-

Bebió un sorbo de café y meditó cómo decirle esto a su gemelo...no había delicadezas entre ellos por lo que sólo se lo soltó

- Me pasé al bando que ahora Jan pelea...al Dios que no necesita súbditos ni plegarias para mantener su poder...al que antes llamaban YHVH

Phobos se quedó con la boca abierta. Deimos había hecho un cambio radical y el panteón griego pegaría el grito en el cielo cuando lo escuchara.

Una lenta sonrisa malvada se formó en su boca

- ¿Puedo grabar las caras de todos cuándo se los diga o se enteren? -Las risas de ambos resonaron en el lugar.



Continuará....

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