jueves, 20 de marzo de 2014

Deadpool Fan Fic. Nº 1.

Imagen JC Campbell.

Día de rebajas (Deadpool fanfic Nº1)



-Wilson, Wade Wilson – fué lo último que debió escuchar ese tipo.  Pues instantes después no tenía almendra a la que estuvieran unidos sus oídos.
Sí, lo sé, soy un encanto... Eso también debe pensar la señorita a la que estoy comiéndole los morros ahora mismo. Solo aprovecho el tiempo que me dan antes de que, los socios y guardaespaldas del desgraciado que me acabo de cargar, comiencen “el tiro al pato” con un servidor...
... Cosa que no tarda en pasar: son tan predecibles en el mundo del hampa; a veces este trabajo aburre. Sobre todo si tienes la sensación de estar haciendo un potaje de James Bond conoce a los Corleone en medio de la cena de Al Capone en “los Intocables de Elliot Ness”, noche tras noche.
-¡Cuidado que quemo! – digo saltando entre las mesas, reventando los sesos o decapitando a los alegres compadres del mafioso / objetivo del día -... Vamos, Wilson, piensa: no hay nada como la pasta y choca tus botines escarlata.
¿Qué por qué no para de hablar ni en una situación como esta?... Me da miedo el silencio ¿Te lo crees? Sí... No... Bueno, cuando me vayas conociendo mejor, quizá lo comprendas, o quizá te vuelvas loco...
... No es tan malo: estar así de loco; a mi me funciona, por que no te iba a funcionar.


Vale, ya estoy fuera, el recuento son cuarenta balazos, de los que mi factor curativo se encarga ya, contra 50 mafiosos y matones muertos...
... El coche prometido derrapa frente a la puerta del hotel, se abre la puerta y unos brazos me arrastran, sin pedirme permiso antes, dentro... Desde luego, enseguida se pierden las formas.
-¿Está hecho? – el tipo que me ha contratado se esconde en un rincón de la enorme limusine, tras una espesa nube de humo.
-¿Acaso lo dudaba, jefe? – le digo, mientras me acomodo, como puedo, entre sus dos gorilas -... ¿Y el dinero?
¡Plof!
¡Chas!
 ¡Plof!
¿Os he dicho ya cuanto odio estos trabajos con mafiosos? Nunca pagan, y siempre... siempre se creen más listos que tú. Del bolsillo de mi cinturón sacó un pequeño artefacto, y...
¡Ka – Boooom!
Debió pagar, ahora su viuda, las de sus gorilas y su chofer, y sus mamoncetes, gastaran lágrimas y facturas de psicoanalistas respectivamente, y durante una buena temporada.
Tengo la ropa empapada, putos estereotipos... siempre hay un charco sobre el que caer cuando te empujan fuera del coche, aunque lleve una semana sin llover... Segunda buena razón para volar a mi reciente ex patrón y los suyos.
-¡Atchis! – el resfriado me durara un minuto, tercera razón para, como dijo Pink Floyd, “Learning to fly”, pero eso no hace que sea todo menos molesto.
En fin, aquí se acaba la noche... Solo me queda buscarme un buen agujero, darme una ducha y dormir, si puedo, un rato...
... Ains, pues eso, que os veo a la misma Masacre hora en el mismo Masacre canal.
-¡UHF! Creo que no era un charco...

Continuará....



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