ADVERTENCIA: PARA MAYORES DE 18 AÑOS. LENGUAJE ADULTO Y CONTENIDO SEXUAL
Jadeó de expectación al notarle tan cerca de su entrada , con un ansia dentro de ella desconocida . Quería eso, deseaba eso, y de forma desesperada, lo que la sorprendió.
Era una sensación nueva, desconocida...pero que se sentía correcta y que tenía que ser. Algo muy dentro de ella le afirmaba que estaba en el momento y el lugar adecuado.
En casa...estoy en casa
Los dedos masculinos se deslizaron por su abdomen hasta que llegaron a sus pliegues femeninos, lo que la hizo arquearse y abrirse a él , suplicando por mas . Sus caderas se movieron invitándole a que continuara...hubiera pronunciado mil palabras pero ninguna acudía a su mente además de Oh Dios, Oh Dios Santo y cosas de esas.
Divino
ah ¿ cuantas veces repetiría ese apelativo en su cabeza ? Gimió al sentir sus dedos evaluándola, entrando en ella y contuvo la respiración cuando se detuvo. Lassiter la observaba con reverencia , con un hambre extraña en los ojos.
- Estás preparada - No era una pregunta, era una afirmación. Y ella sonrió, soltando el aire retenido e intentando controlar el acúmulo de sensaciones. No era Virgen, no era inexperta, pero se sentía como tal ante él. Quizá fuera porque lo que tenía sobre ella era lo mas parecido a un Dios que existía, y para ella él era Dios. La voz angélica interrumpió sus pensamientos - Odiaría hacerte daño.-
¿ No era encantador? ¿ No era lo que toda mujer deseaba oír cuando estaba en los brazos de un hombre? Divia estaba tratando de mantener el control, y se mordía el labio , hablar le costaba tanto como controlarse- Mas... que preparada. Si sigues así..- se interrumpió y tragó aire cuando él empezó a frotar su henchido brote, esparciendo su humedad allá donde tocaba- ...voy a...otra vez .-
- ¿ Y eso es malo,? - Preguntó sonriendo como un chico malo. La estaba provocando con la voz y los dedos . Su carne estaba sensible y el ángel se estaba aprovechando de ello.
- Es demasiado bueno - le abrazó atrayéndole hacia él - Pero no quiero tus dedos ahí, te quiero a tí - Se frotó contra él de tal manera que no le dejó lugar a dudas acerca de sus deseos.
Los dedos del ángel desaparecieron y en su lugar notó la gruesa cabeza ahora meciéndose contra ella.
¡Dulce Virgen, dulce Jesús, dulce Todo! Iba a suceder y se sentía como si hubiera esperado esto toda su vida.
Sus caderas empujaron hacia delante y se él adentró en ella-. Jadeó al sentirlo profundizar, suave, grueso, sin pausa pero sin tregua. Resopló por la sensación de sentirse llena y estirada pero era lo que había estado deseando y era increíble sentirle de esa manera.
Él levantó la cabeza y buscó sus ojos, se miraron el uno al otro y el tiempo se detuvo .Él solo estaba pendiente de ella, como si temiera algo.
- ¿ Bueno?-
Divia respiró profundamente cerró y abrió los ojos - Muy bueno. - Ronroneó y su cuerpo se ciñó a su alrededor , sus piernas le rodearon la cintura para atraerlo y se sorprendió de la sensación de sentir como si su cuerpo siempre hubiera estado preparado para él, porque él era perfecto para ella.
- Ahora ángel... muévete -
Ah, La Divia pervertida hacia su aparición y estaba encantada con ello, y al ángel debió parecerle igual porque no tuvo que repetírselo dos veces.Comenzó a moverse, lentamente al principio,luego mas rápido provocando olas de puro placer elevándose en ella, creciendo con cada estocada.
Ella le observó y bebió de su imagen para retenerla en su memoria, músculos flexionándose y tensándose, piel perfecta moldeándose sobre ella en un vaivén enloquecedor.
Era tan hermoso verlo así, mas de lo que hubiera imaginado , y al mismo tiempo se sentía tan extraño de lo familiar que era.
La velocidad de las estocadas aumentó y el cuerpo masculino se estremeció.
Echando la cabeza hacia atrás, ella gimió por el puro éxtasis que crecía y estaba a punto de estallar en su interior otra vez, pero mas intenso, mas fuerte que antes. Esto no era como lo que ella había experimentado alguna vez, aquí no eran solo dos cuerpos a punto de estallar en combustión química...algo mas iba a estallar. Del pecho del ángel salió un sonido desesperado y Dios, estaba llevándola a lo mas alto sólo con sus reacciones.
A punto estaba de estallar como una supernova cuando él bajó su cabeza hacia ella y lamió la vena de su cuello; fue una sensación tan erótica que desató algo alrededor de ellos. La lanzó al hiperespacio en un segundo y la succionó en un hilo de energía, fundiéndose con él.
El orgasmo mas avasallador de su existencia la barrió de arriba abajo y gritó con fuerza el nombre del ángel sintiendo como su alma se anclaba a algo...algo antiguo, reconocido. Enseguida vino la liberación del ángel, tan poderosa como la suya, urgente y salvaje por la forma en que no dejaba de arremeter contra ella.
Y entonces lo sintió. Algo expandiéndose a través de la habitación, a través del momento y fundiéndose en una luz tan brillante que dolía.
Sintió como se rompía en mil pedazos y se recomponía de nuevo . Sintió como se salía de su cuerpo y volvía a él, pero gritó al hacerlo y clavó sus uñas en la espalda masculina buscando algo a lo que aferrarse con urgencia.
Mil imágenes estallaron en su cabeza y fue el detonante de todo.
Se quedó sin respiración, el latido de su cuerpo se detuvo y renació en los ojos del ángel .
No eran Lassiter y Divia mirándose a los ojos, eran dos almas encontradas después de largo tiempo separadas.
El grito de alegría cortó el silencio y la emoción no pudo ser contenida, los ojos se inundaron de una alegría que hacia tiempo que no sentía.
-¡ E hy !
Acunó su cara con sus manos y lo observó inspeccionándolo, desesperada, asegurándose de que lo que estaba viendo era la realidad y no alguna especia de truco.
- ¡ Oh Dios mio! ¡ Eres tu! -
Las lágrimas de alegría en aquellos ojos sin pupila aparecieron y la tristeza momentánea se apoderó de ella...tanto tiempo separados.
El reía y lloraba , abrazándola y ella entendía cada emoción que de él manaba porque volvían a estar conectados, como antaño.
- Mi amor..mi dulce amor -
***********************
Fue ella quien consiguió hablar , porque el ángel por primera vez en su vida se había quedado sin palabras.
- E Hy, soy yo . No puedes esconderte de mi -
Lassiter no podía creer que después de tanto tiempo, la felicidad volviera a su vida.
Demasiado bueno para ser cierto...
No dejaba de darle vueltas a ese pensamiento. Llevaba demasiado tiempo sufriendo ahí abajo, equivocándose , revolcándose en su propia autocompasión , viendo como era capaz de llevar felicidad a los demás pero incapaz de traerla a su vida; siendo no mas que un atormentado y amargado con una estupenda máscara de ironía y sarcasmo llevada con orgullo. Sí, tenía un sentido del humor envidiable y una personalidad arrolladora con una autoestima del tamaño del sol del sistema solar, pero en el fondo, todo eso no le servía mas que para esconder una solitaria existencia sin ella.
No se había esperado este desenlace cuando había decidido hacer el amor con ella, no entendía como los de arriba habían dejado que esto sucediese, y esperaba que en cualquier momento un rayo los fulminara, sobre todo proviniendo de su hermana que le odiaba.
Pero ¡ que demonios! Por primera vez en mucho tiempo volvía a sentirse el hombre mas feliz de la tierra porque volvía a tenerla en sus brazos, mas pequeña y en una raza extraña, pero volvía a sentirla a acunada contra su pecho. Y eso era lo que la perra de su hermana no quería que sucediese, así que sí, esperaba verla aparecer en cualquier momento.
- Si lo hace la mato, te lo juro...bastante se he metido en mi vida y en la tuya -
Lassiter levantó los ojos hacia ella extrañado. ¿ Estaba en su cabeza?
- Lo estoy- Ella sonrió con autosuficiencia - ¿ No puedes entrar tu en la mía?-
Se quedó perplejo porque ni se le había ocurrido hacerlo, se había acostumbrado a cerrar el radar mental cuando estaba con ella. Lo abrió y todo lo de su cabeza apareció en la suya. Recuerdos, pensamientos, deseos...¡WoW! ¿ Quería que él le hiciera qué encima de..? Tardó unos segundos en procesar aquella algarabía de pensamientos; por suerte, él no estaba reencarnado y poseía todas sus habilidades. Ella sonrió y el mundo se le iluminó.
- Lo sé, es extraño...pero soy Divia, E Hy , soy Divia también.-
Ella acariciaba la piel de su espalda, ahí donde le había dejado marcas y la sensación era deliciosa. No por el dolor, si no por sentir los dedos de su hembra otra vez sobre él , esta vez sabiendo a quien tocaba.
Lassiter podía verlo en su propia cabeza, allí estaba Ella con su personalidad arrolladora y su fuerza, pero también estaba la doggen, con sus experiencias y vivencias, con sus dudas y anhelos.
- Tu lo sabías....-
Pronunció ella y él enfocó toda su atención en la conversación. La hizo rodar de lado , sin salir de ella, porque tendría que suceder una verdadera hecatombe a escalas planetarias para hacer que él abandonara su cuerpo ahora. Le levanto la pierna y e hizo que rodeara su cintura mientras él amasaba con fuerza su glúteo, lo que le permitió profundizar en ella al mismo tiempo que la acercaba . Aun seguía duro y seguiría así por lo menos las próximas centurias.
No iba a negar algo que ella podía ver en él fácilmente.- Hace apenas unos días. -
- Por eso el cambio en tí ¿verdad? - Ella le acarició el rostro dulcemente, mirándolo con amor . Qué fácil era hablar con alguien que entendía perfectamente lo que se sentía - No me puedo imaginar lo que debes haber sentido estos días, lo veo en tus pensamientos, pero las sensaciones. ¡ Dios! Y yo con Tom... - ¿ Era culpa lo que parecía destilar su voz? Él no iba a dejar que eso sucediera. La besó con fuerza, acariciando su lengua y provocándola para que dejara a un lado esos feos pensamientos.
- No pienses en ello, lo que ha sucedido no puede cambiarse - Jugó con su lengua y eso le despertó el hambre de ella otra vez. Ella también sintió el tirón del deseo porque su interior se apretó alrededor suyo y mas seda líquida le envolvió . Ella gimió insuflando su pecho de orgullo, satisfacción y todo lo que una hembra puede insuflar en un macho. - Tenemos que empezar a construir a partir de aquí...a a partir de aquí el destino es ya nuestro -
Era una frase que para los dos era reconocida, una que muchas veces se habían dicho el uno al otro ante las adversidades. Ella le sonrió asintiendo, le acarició el pelo y ...le empujó hacia abajo con fuerza, colocándose a horcajadas sobre él.
- Estoy deacuerdo , E Hy, así que ¿ porqué no empiezas ahora mismo a construir recuerdos? Y por favor, que sean de esos que me hagan gritar tu nombre bien alto. - Como si tuviera que pedirlo por favor, estaba mas que deacuerdo en dárselos. - Tenemos que recuperar el tiempo perdido - Eso último lo dijo acariciando sus piercings de los pezones con los dedos...y parecía que iba a hacerlo con la lengua por la forma en que estaba agachando la cabeza.
Cielo bendito. Esa sonrisa pecaminosa en sus labios sugerían muchas horas de lujuria desenfrenada...y por Dios, que después de cientos de años célibe él la necesitaba.
- Tus deseos son ordenes shapyuraʾ-
Estaba en la Jodida Gloria y se había perdido por completo en ella.
Continuará....
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