sábado, 5 de octubre de 2013

Despliega tus alas. Parte 9. El poder de un momento sorpresa.







                                                             Viene de " Parte 8 ".

Divia recorrió la distancia desde el centro medico a las cocinas  a saltos casi.  Estaba excitaba y  nerviosa, quien lo diría.  Cuando llegó a ellas, encontró a Celia y a su tío discutiendo por el estado de una partida de cordero deshuesado. Fritz quería tirarlo   por no considerarlo de suficiente calidad para la primera familia y Celia consideraba que estaba en excelente estado. Tres doggen jóvenes  estaba esperando  la decisión final de la pareja  mientras ordenaban y limpiaban cacharros en la cocina.

Divia entró,observó la escena divertida y sacó de la nevera dos refrescos sin perder tiempo observándola. Se acercó a la doggen que estaba mas cerca de ella y le preguntó si sabía donde estaba Tom.

- Le he visto hace media hora en los establos,  cuando transportaba  los suministros  veterinarios que trajo Fred de la ciudad. Pesaban mucho pero Tom los ha llevado el solo...bueno, acompañado de Roberta que no se ha roto ni una uña cargando nada de nada. -


Divia hizo una mueca.¿ Roberta aun seguía con Tom? Llevaban al parecer todo el día juntos. Estuvo tentada de  echarse atrás en sus intenciones originales...pero al final decidió no dejarse vencer por aquella menudencia. Si Roberta estaba con él, pues bienvenida fuera. Saco un tercer refresco de la nevera, quizá consiguiera una amiga  mas además de recuperar a su amigo.

Divia interrumpió de forma educada a  la pareja que aun discutía por el cordero y tras asegurarse de que no había nada mas que tuviera asignado su tío para ella, se marchó de la cocina .Oyó a su espalda como su tío y Celia volvían al curioso debate y sonrió. Eran tan parecidos  y ninguno de los dos se daba cuenta de ello. Celia era la única que se atrevía a discutir con su tío, siempre de modo amigable y con respeto, pero discutía y le rebatía muchas cosas que otros simplemente asentían.

Sin perder ni un minuto casi voló hacia donde  le había indicado otro doggen que estaba Tom.

Debería haber sospechado algo cuando  entró el los establos y no vio señales de que hubiera nadie. Pero ella estaba tan nerviosa y concentrada en lo que le iba a decir a Tom cuando le viera, que no se dio cuenta de que  había demasiado silencio  hasta que estuvo en el interior de las cuadras. Oyó gemidos y jadeos provenientes de uno de los boxes de los caballos. Extrañada no se le ocurrió otra cosa que llamar a su amigo en voz alta y acercarse allá de donde provenían los ruídos.

- ¿ Hola? ¿ Tom? Estas ahí?-



Los gemidos cesaron de repente y pasaron a convertirse en murmullos, cada vez mas cercanos al ir ella avanzando. Sonidos de algo moviéndose sobre la paja, tela frotándose y luego una maldición de unos labios femeninos.  .

-¿ Hola?  ¿Hay alguien ahí?-

Divia aprendió ese día que ser una fisgona siempre acaba pasando factura. Se congeló en el lugar cuando vio a Tom  con el pelo suelto y revuelto, cubierto de  briznas de paja ,  de rodillas mientras  intentaba subirse los pantalones y cubrir una erección enorme. Su amigo andaba apuradísimo intentando subirse los pantalones.A sus pies, una Roberta con las piernas bien abiertas y la falda del vestido subido hasta la cintura estaba incorporándose sobre sus codos.La parte de arriba del vestido estaba abierta y Divia vio de refilón unos pequeños pechos enhiestos  que la doggen rubia  no se molestaba  en esconder. Cuando la pareja  la reconoció en la puerta ,  ambos se quedaron mirándola.La reacción no se hizo esperar.  Tom abrió los ojos como platos  y Roberta , dejó de cubrirse aliviada y mostró una mueca  triunfo en el rostro. A Divia se le detuvo el corazón. Los tres refrescos se le cayeron  de las manos  mientras  intentaba  recordar como se pronunciaban las palabras con la boca, porque su cerebro acababa de cortocircuitarse

- ¡ Virgen! ¡ Lo..lo siento...No sabia...-

- ¿ Divia? - Preguntó el chico.

Ella dió un par de pasos hacia atrás  tambaleándose. ¿Su  Tom follando en un establo? ¿ su Tom? ¿ desde cuando era su Tom? Ahora seguro que no, ni mucho menos.  Ese no podía ser el Tom del que ella había disfrutado durante esa semana, tan correcto y tan cariñoso...tan  formal. .La  voz de Roberta  hizo que recibiera una bofetada de realidad y saliera de sus estúpidos pensamientos.

- ¿ A donde vas Tom?  No es mas que la tipa rara esa ...- Roberta se recolocó el pelo y se arqueó mostrando  mas sus pechos. - Ella no dirá  nada a nadie, ¡por favor, si  no habla con  nadie!.- El tono de desprecio con el que hablaba hizo que a Divia se le contrayera el estómago - Tom, aun faltas tu por...- quiso seguir  Roberta , pero Tom no la escuchó. Tom se levantó y empezó a andar hacia Divia visiblemente preocupado.

Divia sintió que se le rompía algo dentro y salió corriendo, pero no iba a parecer una estúpida frente a aquella hembra que la había despreciado en voz alta.Eso nunca, tenía su orgullo aún intacto.

- ¡ Lo siento chicos! Ahí  os dejé algo  para que os refresquéis.  ¡Adios!-

 Era una mala excusa pero fue todo lo que se le ocurrió decir antes de ordenar mentalmente a  sus piernas para que se movieran de una maldita vez. Por fin consiguió que sus dos apéndices  respondieran, y   dió un paso hacia atrás  para desaparecer del lugar lo mas rápido posible.¡ Dios! El bochorno y  la vergüenza cubría sus mejillas de rojo. El sentimiento de sentirse traicionada y decepcionada inundaba su pecho.

Sólo se le ocurrió una cosa. Salir corriendo como si hubiera sido ella la que hubiera sido  pillada en un establo.Cuando  el frío del anochecer le golpeó en la cara, supo  que no podía volver a la casa. Necesitaba estar sola.

No tuvo ni idea del tiempo que estuvo corriendo, alejándose de las viviendas de la mansión, adentrándose en el bosque cercano. Corrió y corrió  porque necesitaba liberar lo que sentía que le oprimía el pecho , dejando que el aire fresco le llenara los pulmones  sustituyendo  la pena por oxígeno. Necesitaba sentir también   que los músculos de las piernas le quemaran por el esfuerzo.

Cuando ya no  pudo mas, se detuvo para tomar aire, apoyando los brazos en las rodillas. .Entonces fue cuando se dió cuenta que  estaba en los bosques que pertenecían a la mansión, en plena arboleda. Miró de un lado a otro y solo divisó árboles y mas árboles. El cielo estaba casi negro así que dedujo que debía haber corrido  durante  un buen rato. La adrenalina bombeaba por todo su sistema y por fin no se sentía con el pecho destrozado.  Recuperando la respiración,  subió a una pequeña loma despejada y se quedó allí,  sentada, abrazándose la rodillas y mirando el cielo ,  esperando a que las estrellas salieran .

¿ Porqué tenia que dolerle tanto haber visto a Tom con Roberta?  Tom y ella no eran nada mas que amigos ¿ verdad?   ¿ No  le había rechazado ella unos días antes? Entonces...¿ porque ahora  se sentía vacía y traicionada?

Se  pasó la mano por el pelo, para apartarse lo mechones que se le pegaban a la  frente sudorosa y respiró bien fuerte.

¿ A quien quería engañar ? Tom le gustaba, le había gustado desde el primer momento en que el había aparecido con aquella bandeja en su habitación. Pero no había querido aceptar las señales ni aceptarse a si misma. Su fascinación  con el ángel no la había dejado ver lo que tenía mas cerca, y al fin y al cabo , a su alcance.Recordando los días pasados, se dio cuenta de  lo estúpida que había sido.  Tom se había estado desviviendo por ella cada día, y ella simplemente se había dejado llevar y le había ignorado . Y cuando él había intentado besarla después de los ensayos, ella había huido y rechazado  de la forma más elegante.

Tonta, tonta, tonta.

En un vano intento de recordar las  las palabras del ángel intentó infundirse ánimos...pero no le sirvió de nada. La tristeza y el vacío que sentía en ese momento  eran tan grandes que nada podía llenarlos.

De repente sintió una presencia  a su lado y su aroma le dijo quién era.

-  ¿Soy patética verdad?- Alitas, se sentó en el suelo junto a ella.

- No,  te podría decir que eres humana pero estaría en un error. Eres terrenal y tienes sentimientos. Normal que te sientas así.-

- No tengo ningún derecho a sentir nada  hacia Tom-  Respondió con rotundidad. El  ángel no lo negó, pero decidió focalizar la conversación mas en los sentimientos.

- Quizá no, pero eso no quita que ahora te sientas herida. Porque lo estás.-

El ángel  la miró con esos ojos que la traspasaban  y ella se sintió desnuda, a punto de estallar en lágrimas. Alitas sabía lo que había en su interior y eso la hacía sentir desgarrada, perdiendo el poco control que tenía de ella misma

- Mucho. - La pregunta la hizo sin  pensar, por reflejo-  ¿ puedo llorar en tu hombro?-Necesitaba hacerlo, necesitaba sentir que tenía a alguien al lado. En momento como aquellos era cuando se hacía consciente de lo solitaria que era su existencia, en el fondo, seguía sola como el primer día.

- Por supuesto. Para eso están los amigos- Respondió el ángel y pasó su brazo por encima de los hombros de  la chica y la atrajo hacia sí,  dejando que ella apoyara la cabeza en su brazo .El ángel no dijo nada mas, y ella por fin  se rompió.  Lloró  como hacía tiempo que no hacía, primero en silencio, luego subiendo el tono y al final, a lágrima viva,  casi hiperventilando.El ángel intentaba confortarla , acercándola, sabiendo que las palabras sobraban en momentos como aquellos y que a veces un alma, sólo necesitaba llorar, nada mas.

Cuando el ataque cesó, pasados unos minutos,  él aun la sostenía y ella seguía apoyada contra su brazo. Se sentía mucho mejor , igual de vacía pero sin el peso en su  pecho.Por fin  pudo sentirse lo suficiente entera   para hablar,  después de escucharse el ulular de un búho cercano.

- Dios, hacía años que no lloraba.-

-  Yo hacía años que no dejaba llorar en mi hombro, brazo en este caso .- Le sonrió afectuosamente-  Llorar es bueno. Os empeñáis en no hacerlo y eso descarga mucha energía negativa-

- Gracias por esto. Lo necesitaba.- Se limpió las lágrimas  con el dorso de la mano.

- Lo sé, siempre que necesites a este - se señaló  el hombro mojado -  llámame. Él y yo somos capaces de aguantar torrentes y cataratas . Y sin despeinarnos- bromeó un poco el ángel. La sonrisa por fin apareció en esa ahora  húmeda  cara  y cerró los ojos agradecida Sin darse cuenta  se  fue acercando  mas  a  él, buscando el confort de su cuerpo y terminó  apoyada comodamente en su pecho.

-  ¿Sabías que estaba con ella? - No hacía falta que se explicara, sabía que él entendía su pregunta . Su presencia así se lo decía.

- No, no lo sabía. - El ángel frunció el ceño- ¿ Por quien  me tomas? No te habría mandado directa hacia él si hubiera sabido que se la estaba foll...intimando con ella- corrigió enseguida al darse cuenta de que estaba siendo demasiado gráfico .

- Gracias de todas maneras. Me diste confianza en mi misma y eso te lo agradezco.- Inhaló el aroma que despedía el ángel y que le recordó  a un enorme bosque.

- De nada pequeña, pero eso solo ha sido un pequeño escollo en el camino.-

- ¿ Que?- Levantó su cabeza y se separó para poderle ver bien su rostro - ¿ Que quieres decir?-

- ¿ Te rindes solamente porque has encontrado a Tom con otra chica?  Divia, ¿cuando fuiste en busca de Tom que es lo que querías?-

- Pues...reanudar nuestra relación...- No sabía a donde  quería llegar  con aquella preguntal.

- ¿ Y bien, que te lo impide?- Ella abrió los ojos como platos sin entender.

- ¿ Que qué me lo impide? Le vi..-

- Le viste con una chica. Sí. ¿ y qué?  Eso  no tiene porqué detenerte. Si le aprecias y quieres que esté en tu vida, que estuviera tirándose a  Roberta ,  no debe importarte. Duele, seamos  claros.Reconozcamos entonces que  debe ser porqué te importa, y si te importa...deberías luchar por él. O deberías alegrarte por él tanto si es un polvo de un día como si es la relación de su vida.-

Divia entrecerró los ojos -  ¿ Pero tú de que parte estas?-

-  ¿Ahora hay partes en esta historia? No seas cabezota y sé práctica, pequeñaja. No pierdas a Tom por algo así. Y ahora, voy a darte un punto de vista que no te va a gustar, y no te me subas por las paredes o las copas de los árboles en este caso - La mueca que se le dió por respuesta sólo le hizo reir-   Chica, no crucifiques a un macho por haber tenido una debilidad. El pobre lleva mucho tiempo sin  sexo y ha tenido que sufrir una semana de mil demonios controlándose contigo.

Divia no escondió su sorpresa ruborizandose también .-  Pero ¿ que dices? Yo no he hecho nada para...-

-  Exacto, no has hecho nada y te aseguro que Tom se iba cada noche a dormir con un calentón de mil demonios. Cometo un error diciéndotelo pero creo que necesitas saberlo.  Tom es un chico  muy activo ...sexualmente hablando, lo es desde que llegó a su madurez. Esta semana que ha tenido que estar contigo, ha tratado de comportarse controlando sus impulsos. Roberta hoy solo se ha aprovechado de ellos, ya que ella es mucho mas lista que tu en ese aspecto.Enseguida se ha dado cuenta de la naturaleza de Tom. Tu has pasado  una semana con él y ni siquiera sabes de que te estoy hablando.- Divia le miró mas que confundida confirmando el argumento del ángel. -Ya lo entenderás mas adelante. Ahora pequeña, levántate y vuelve a la casa.  Ya están todos  preparando la primera comida y tu  has desaparecido. Tu tío y Celia están preocupados.-

No iba a preguntarle cómo lo sabía, estaba segura que le estaba diciendo la verdad.Ella asintió .

- Tienes razón. Debo volver...mis demonios y tonterías tengo que pasarlos yo sola sin que afecten a los demás.- El ángel rodó los ojos y suspiró.

- Yo no he dicho eso, sólo que debes volver a tu rutina y  con la cabeza bien alta. No has hecho nada malo Divia. Solo ser...indiscreta. -

El sonrió de forma afectuosa  y ella le abrazó con todas sus fuerzas. El aroma a cedro se le metió en la nariz y un estremecimiento le recorrió el cuerpo entero.Suspirando murmuró.

- No hay  nada que hacer contigo, aun, ¿ no?  Dios...eres mi hombre ideal-

Buscó sus ojos temorosa de su reacción .  Sabía  que el ángel jamás  la vería como ella le veía a él,  y que su amor  hacia él sólo podía ser platónico,   fraternal. El  respondió riendo en alto  y la miró con cariño.

- Eres obstinada ¿ eh? Anda, vamos a la casa.- se levantó y la llevó consigo.  Ella  se  maravilló por la fuerza del ángel y mas cuando  se la coloco a la espalda, llevándola como si fuera un petate,  como hacia su hermano mayor cuando era niña.- Te contaré por el camino como me hice amigo del vampiro cara de oso,Tohrment. ¡  Es muy divertido! Te encantará...-

Un paso y otro acompañaron la voz del ángel que empezó  a  narrar su historia   con ella a cuestas. No iba rápido ni lento, caminaba ligero y perdido en su verborrea. Ella  fue escuchando cada una de sus palabras durante todo el camino sintiendo a cada paso que daba, que todo volvía a fluir dentro de ella, que el vacío y el dolor iban desapareciendo



                                       *******************************




Tom estaba preocupado, mucho mas que preocupado.El dar  vueltas de un lado a otro por los exteriores de la casa, en el jardín,  no lograba calmar el estado en el que estaba. Nervioso, preocupado, desanimado... Roberta, cansada de mirarlo, le había dejado sólo, y había aducido que tenía  que  ayudar en los preparativos de la primera comida.

No podía dejar de pensar en Divia  saliendo  corriendo después de pillarle in fraganti cuando estaba  con  Roberta y eso le estaba mortificando. Tenía que haber seguido su instinto en un principio, un instinto que le gritaba " no" con luces de neón cuando Roberta se le había ofrecido. Pero como un imbécil  no había sido capaz de declinar  aquella oferta tan tentadora.Su parte paterna le había ofuscado el sentido e hinchado las  pelotas al ver esos pechos cremosos bamboleándose  frente a él desnudos ¡  Joder! Roberta era pura lujuria andante. La hembra lo había intentando seducir desde primera hora de la mañana , cuando se habían encontrado. Las intenciones de Roberta habían sido claras para él, desde el principio, las hembras como ella le detectaban enseguida y  gustaban de jugar a cazarle. Y él se dejaba. ¿ Por qué no? Su apetito sexual era grande y eso de masturbarse por las noches en la habitación era demasiado aburrido y poco placentero. Podía ser joven, pero el sexo  formaba aparte de su vida desde que había llegado a  su adolescencia. Y maldita fuese, no creía que estuviera haciendo nada malo ante el rechazo al que Divia le había sometido la semana anterior.

La culpabilidad se le estaba clavando en el pecho y no le gustaba la sensación. ¿ Porque?  La respuesta era sencilla.

Con Divia era distinto todo. Divia había despertado su interés nada mas conocerla y no se lo pensó dos veces en intentar atraerla. Ella a su vez  tenía algo que le llamaba . Y no era  sólo sexo, Divia era atractiva, podría decirse que del tipo  él prefería...pero no le atraía sólo fisicamente. Por eso , el rechazo de Divia, elegante y educado, pero rechazo al fin y al cabo, le había decepcionado y frustrado. Por una vez había pensado en tener  una relación, con alguien que le importara  en serio, Había querido hacer las cosas  bien con ella, y el asunto le había salido mal. Pensándolo en ese momento, seguramente  el haber acabado entre  las piernas de Roberta, había sido una especie de despecho de su inconsciente  hacia la chica de ojos azules y cabello oscuro que le traía de cabeza.


Que Divia hubiera ido a buscarle a los establos al final de la jornada, le había sorprendido mucho  y dejado hecho polvo. Hecho polvo porque la hembra por fin demostraba algo de interés por el, y había tenido que encontrarle follándose a  otra.

Mierda, mierda, y mil veces mierda.

Sintiéndose demasiado preocupado y culpable,   iba a entrar en la casa  para avisar a Fritz de que iba a salir a buscarla, cuando vio una figura reluciente acercarse.Entrecerró los ojos para ver mejor a distancia  y pudo ver el contorno de un macho enorme acercarse a la mansión desde la arboleda del bosque. El macho llevaba algo a su espalda , algo  que cuando hubo atravesado el perímetro exterior de los jardines, pudo distinguir con claridad. Era el ángel que avanzaba  con ese brillo en su piel que le hacia visible a kilómetros de distancia en la oscuridad. Y llevaba a Divia a su espalda como si fuera una mochila.Aliviado, les observó  como iban aproximándose. La  risa de ella y la voz grave del macho  respondiéndole  riendo , le hizo ponerse en alerta, gruñir por lo bajo incluso, una reacción irracional.  Cuando estuvieron casi a su altura, el ángel se detuvo  y ella le miró quedándose en silencio y ruborizándose como una amapola. Incluso a la luz de la luna podía ver cada detalle del rostro de ella. Tom no sabía que reacción esperar , así que retuvo el aire  en sus pulmones sin darse cuenta   ante la expectativa. El cerebro se puso rápido a pensar en otra cosa, como que cada vez que Tom veía al ángel era con Divia en brazos y eso le estaba jodiendo bastante. ¿ Debía ser por el ángel que ella no respondía a su encanto  natural ?


La punzada de los celos apareció  y le atravesó . Pero se contuvo de permitirse sentir nada mas. No era justo, el ángel era un buen tipo que le caía muy bien. No era muy buena idea además tener problemas con alguien que  le sacaba un palmo de altura y unos buenos kilos de peso. Y eso que él era alto y corpulento para ser un doggen.

- Hola Tom- Saludó  ella ,deslizándose  de la espalda del  ángel, tocando el suelo de puntillas mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Tom vio que el ángel  le sonreía a Divia de forma enigmática y  luego inclinaba su cabeza hacia él.

- Buenas noches Tom. Bonita noche para estar al aire libre.- Hizo  una reverencia fingida a la chica  y se rió mientras hablaba- El servicio de Taxis Lassiter se despide por esta noche y marcha hacia un nuevo destino: el show de Oprah que he grabado esta mañana. Os dejo solos chicos. Hasta luego Tom. Divia...- Se despidió  bien rápido y cruzó  la puerta de servicio para entrar en la casa,  franqueando a Tom que miraba a Divia aun sin saber que decirle pero aliviado al saber que estaba sana y salva.

- Estaba preocupado.- Eso fue lo único que se le ocurrió decir. Divia sonrió. ¿ Sonrió?

- Lo siento. Se me fue el Santo al cielo y mira por donde...un ángel me lo devolvió- Ella avanzó unos pasos y también  le sonrió mientras bromeaba. Tom se sintió tan aliviado que casi suspiró en alto al ver que ella no le trataba de forma distinta.

- Yo quiero explicarte...-

Ella puso su dedo índice en los labios de Tom  y le interrumpió. Al sentir el calor del dedo femenino sobre su boca, todo su cuerpo despertó de repente a ese contacto.

- No, no necesito explicaciones- Sus labios se inclinaron a un lado- Eres un  macho adulto Tom. La que debe disculparse contigo soy yo. Por aparecer sin aviso... por no   darte la suficiente atención que te mereces. No he sido justa contigo esta semana ni como amiga, ni como ... nada. - Ella se encogió de hombros - No ha pasado nada esta tarde, Tom. Y no te preocupes por los demás,  de mis labios no saldrá  ni una palabra así que estad tranquilos Roberta y tu.-

Ella le sonrió aun mas, pero sin apartar el dedo de sus labios. Algo le estaba impidiendo romper ese pequeño contacto, y  Tom tampoco  hizo nada para alejarse. Estaba disfrutando del primer momento íntimo que habían tenido. Esto no era sexo, era algo distinto ...personal, cercano...hasta diría que  romántico. Ni siquiera cuando  había intentado besarla, había sentido  esa intimidad. Sin pensarlo, ciñó  su  muñeca con la mano, y apartó la mano del dedo  que cubría su boca .

- No me preocupo por que guardes el secreto, me preocupo por tí. Porque te aprecio y ..eres mi amiga.  La pregunta quería pronunciarla pero dudaba. Que patético estaba resultando-  ¿ Aun somos amigos?

- Por supuesto- respondió ella y el corazón de Divia se aceleró a velocidad de vértigo. Sentía el agarre de Tom sobre su muñeca y  aquello la estaba atontando. ¿ como era eso posible? La garganta se le secó de repente y el corazón se le disparó, por no decir  como empezaron a revolotear mil y un mariposas en su estomago.

-Siento mucho haber sido...mezquina- Dijo ella bajando la mirada.

Al que se le paró el corazón casi en ese mismo momento fue a Tom . ¿ Acababa de disculparse?
¿ Porque? Ella ni siquiera había sido consciente de su  él y su" acercamiento romántico" ¿o si?

Lo decidió en ese justo momento, no  iba a perder  mas el tiempo.  Quizá cuando decidió meterse entre las piernas de Roberta hizo caso omiso a sus instintos, pero en ese preciso momento iba a escuchalos de una maldita vez. Y sus instintos pedían  gritos acercarse a ella.

Tiró de la muñeca de la chica y la atrajo hacia su pecho, rodeando su cintura con el otro brazo. Ella jadeó sorprendida,  clavando su mirada en la suya, sintiendo la cercanía del  su cuerpo . Apenas escasos milímetros separaban sus bocas y él podía sentir el aliento de Divia en el suyo.

-  Voy a besarte Divia...puedes negarte si quieres - Fue la única concesión que iba a darle antes de perderse. La respiración de ella se aceleró  un doscientos por cien y el corazón casi se le salió del pecho. Pero no se apartó ni negó . Solo  se permitió  el lujo de respirar y sentir.

Tom atacó sin concesiones, pero fue suave. Posó sus labios sobre los de ella y espero una retirada . No la hubo. Divia abrió su boca,  claramente invitándole a entrar y allí fue donde él  dejó de pensar. Al principio empezó tentativo, como si temiera su reacción  aún , pero al sentir la mano de ella en su cuello,  atrayéndole  para que profundizara, entonces ya no dudó . La besó con tal pasión que sintió como ella  se mezclaba casi  con él mismo. Divia  a su vez, le devolvió el beso con la misma fuerza.

Sin saber cómo, se vió a sí mismo empujándola contra la pared mas cercana, deteniéndose solo porque el maldito muro no le dejaba continuar. La hubiera devorado ahí mismo pero la sorpresa de sus reacciones le hizo tener un poco de cordura.Rompió el  contacto , dejándolos a ambos mirándose fijamente y   jadeando como si hubieran corrido  cien metros .Aquello que acababa de pasar era...increíble. Una chispa que había encendido una llama.

- ¿ Que...que ha pasado? -Atinó ella a preguntar  intentando  meter algo de oxígeno en sus pulmones. La respuesta fue rápida.

- Joder, no lo sé .-  Se pasó la mano por el pelo y se fijó en que los ojos de la hembra lo miraban desconcertada y no quería que fuera así. Así que sin sentirlo en lo mas mínimo, decidió ser políticamente correcto - Lo siento Divia...yo...-

-Shhh. . No lo sientas. Eso si que no.  Esto ha sido cosa de  dos...- No podía ser mas sugerente la voz de la chica. Tom iba  a responder algo cuando de  repente fueron interrumpidos por  una figura que salió por la puerta. Era Celia. La oronda Doggen sonrío aliviada al encontrarlos. Si había visto algo mas, no pareció darle importancia demostrándolo.

- ¡ Chicos!  ¡Por fin os encuentro! .- Celia se detuvo apenas un segundo mientras se secaba las manos en el delantal-  Fritz está de un humor de perros porque ninguno de los dos ha hecho acto de presencia en  la mesa de la cena.¡¡Vamos, moveos!! Que queremos tener una cena tranquila ...-

Divia miro de forma cómplice a un Tom aun alucinado . Ninguno dijo nada. Sólo asintieron y obedecieron. Tom siguió a  las hembras sin dejar de pensar en lo sucedido y bebiendo de la figura de Divia frente a él.

¿ Que era lo que había ocurrido entre ellos hacía  tan solo unos minutos?


Continuará....



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