domingo, 6 de octubre de 2013

DOS LOBOS, DOS ALMAS, UNA LUNA. MANADA DE LOBOS FURTIVOS. Capítulo 8. Hilos Rojos. I.



                      “Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, 
                                           sin importar tiempo, lugar o circunstancias.
                                 El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romperse”


CAPÍTULO 8. HILOS ROJOS I


-Deberías ir, te hacen un festejo ¿Vas a negarte?- Sambana caminaba por la cocina preparando una canasta con comida y cervezas. Se movía de un lado al otro metiendo todo lo que veía.Desde el sillón y sin dejar de ver la televisión Lex bufaba.

-Ahora eres el alfa, eres el jefe y deberías ver que nadie haga algo impropio.- Sambana se paró en la puerta. -Yo quiero ir, no conozco el pueblo ni su gente.- Sambana espero.

Lex se giro mirando como estaba parado en la puerta.

-¿Por qué insistes en socializar con los nativos?- Lex sonrió y se paró de un salto.

-Sólo un rato, si empiezan a adorarme como él dios que soy , me vuelvo pitando.- Caminó y lo pasó mientras miraba la noche. Solo quedaban unas noches más de primavera y luego el cálido verano llegaría.

Se subieron al sheep con Lex al volante. El camino fue tranquilo, eran dos extraños conocidos, no se hablaban cuando estaban nerviosos.

Lex salió de un salto cuando llegó a la puerta del fondo de la casa de Ben, junto al claro donde sólo hacía unos días se habían conocido y peor  para Lex donde había cambiado su vida.
Miro sobre uno de los árboles y suspiró.

La vista era hermosa y se sonrojó con vergüenza, un acto tan íntimo no debería ser exhibido con tanto descaro. Sambana llegó a su lado y llevó la mirada a lo que su hermano tanto intrigaba. Escuchó a Lex tragar duro y casi jadear.

La espalda del macho se movía lenta, mostrando un gran cuerpo coronado con una cabeza rubia, con las piernas de la hembra enroscadas en la cintura del macho. Los dos jadeaban y se movían al unísono.

Lex gruñó y tomó del codo a Sambana, dejando a la pareja sin espectadores.

-¿Es por esto que se llaman furtivos?- Samby le preguntó, sin darle tiempo a responder.- ¡Lo hacen en público!- Más gruñidos desde la garganta de Lex.

-¿Qué te pasa?- Samby lo miró extrañado cuando no le festejó el chiste. Lex estaba furioso al punto de que tenía las garras extendidas. Sambana sacudió el brazo del agarre de su hermano cuando un aullido de placer se escucho llenando el aire.Lo hizo girar y a Lex gruñir al punto de hacer vibrar los vidrios de la casa de Ben.

Lex pateó la puerta y entró arrastrando a Sambana dentro.
Cruzaron a varias personas hasta que llegaron a su anfitrión. Lex le dió una inclinación de cabeza a Ben y presento a su hermano.

-Ben, este es mi hermano Sambana, creo que lo recuerdas.- Señaló con la cabeza a Sambana que estiró la mano y saludó con una sonrisa a Ben. Las manos fueron estrechadas, Sambana hasta alzó a uno de los niños.

La manada entera lo recibió con cariño.


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Había perdido la noción del tiempo, habían comido y bebido pasando un muy buen rato.

Lex se había parado en una de las esquinas mirando por la ventana. Él tenía momentos, este era uno. La pareja que habían visto lo había alterado. Esas cosas solo eran un recordatorio de lo que Lex no tendría y quería. Eso suponía Samby .Una sola vez había tocado el tema con Lex ,que lo miró con tanto dolor que Samby bajo la mirada al piso.

Nunca sería fácil para ninguno, pero Lex llevaba la peor parte.

Sambana suspiró tratando de dejar su oscuro humor detrás. Lex podría ver su aura y sentirse peor, en estos momentos seguro era azul o celeste pálido.  Esa era una buena cosa, tenían 3 años cuando Lex comenzó a ver las auras de las personas que los rodeaban y le había salvado la vida a los tres en aquellas épocas, suspiro y levanto la cabeza. Ahora eran solo ellos dos.

Caminaba hacia su hermano cuando un olor a fresas y lluvia de noche lo golpeó.

Sambana giró su cabeza y levantó  la nariz buscando la fuente de tan exquisito olor.

Una hembra.
Hermosa.
¡Mía!

Gritaban todos los sentidos en él.  La tomó por los brazos y la besó. Lamió sus labios deslizando la lengua en la cálida caverna de su boca. Ella no se resistió y él gruñó, para que lo mirara.

Los más humosos ojos grises la miraban, Sambana subió las manos a la cara de la hembra y volvió a unir sus labios llenándose del sabor de su pareja.Pareja…

Y el silencio fue roto por el hilo rojo que los unía, solo un delicado "tin" se tensó, estiro y retrocedió sobre ellos.
El calor en la habitación, casi palpable, comenzó a volverse pesado, asfixiante.

Tensión. Todos se habían girado a verlos.

Los ojos brumosos de Samby negaban lo que acababa de pasar.Irracional.

Los ojos enormes, tan perplejos por el asombro , llenaban los de Athena. Se llevó lentamente los dos dedos de la mano derecha a los labios sintiendo el calor y la hinchazón en ellos.Logró rescatar el sabor oscuro del macho, algo que creía imposible. Ante sus ojos la magia comenzó a danzar.

La punta de sus dedos crispó en brillantes chispas y mas hilos rojos cruzaron volando hacia de una lado al otro.

-¿Qué es todo esto?- Athena sentía los hilos tirar y tirar, todo lo llevaba a él, que seguía sin poder moverse, con una mirada incrédula.

Athena se salió de los brazos del extraño y se alejó unos pasos para por verlo por completo.

El lobo que dormía sobre el corazón de Samby aulló ante la lejanía de su pareja predestinada.

Pareja.


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-Mío.- Dijo Athena en un susurro. Cuando logró reaccionar.

Los hilos rojos se unieron y se anudaron, dos almas ahora una.

-Mío, solo mío.- Volvió a decir más fuerte.

Los ojos de Samby buscaron y no veía, la habitación se había cerrado de golpe, volviéndose negra y todo termino.

Tan rápido como empezó los hilos ya no fueron visibles y su vida ahora, ya no era suya.

La oscuridad lo consumió literalmente llevándolo a donde sentiría paz, o eso creía.No sintió el golpe, ni un sonido…solo un enorme alivio.



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Lex parpadeó mientras veía a su gemelo desmayado en el suelo de la sala de Ben . ¿Qué demonios ocurrió aquí? La hembra se le acercó y lo meció entre sus brazos, diciendo palabras suaves y amorosas.

¡NO, por la Luna NO! Por favor, por favor NO, no, que no sea su pareja.

-¡NO!- Lex negó con la cabeza y sintió un pedazo de su propia alma desprenderse, dejándolo solo con su vacio.

Los hilos de la vida que lo unían a su hermano se estaban cortando para unirse a otra alma.
No, no ahora, no quería estar solo.


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Athena desbordaba de alegría.

Su pareja estaba en sus brazos, desmayado. Ella esperaba que no del susto.

Aspiró fuerte el olor a macho, madera y café. Le habló suave al oído y se dio cuenta que era enorme, brazos largos, manos fuertes y el rostro de un dios.

-Despierta pareja, déjame ver el color de tus ojos.- Cepilló el sedoso cabello negro hacia atrás liberando la frente y pudo ver una nariz pequeña sobre pómulos angulosos.

-Eres hermoso.- Sintió un gruñido bajo desde su espalda. El alfa gruñía mirando a Athena.

Sambana abrió los ojos parpadeando sin saber bien donde y con quien estaba, sentía un calor en su espalda y su costado con un fuerte olor dulce como el sol de verano en la mañana. Brillante.
Desde la bruma que era su cerebro vio a Lex parado con los brazos cruzados sobre su pecho y un rostro muy enojado.

-¿Lex…?- Si Lex estaba allí ¿Quién lo estaba tocando? Giró su cabeza y se encontró con una mirada gris humo, era la hembra que él había besado.

Rubia, con una cara redonda y dulce. Tenía una sonrisa enorme en su rostro y los labios hinchados.
Su pareja.

-¿Cómo te llamas?- Ella le preguntó a Samby sobre sus brazos que de a poco y de mucha mala gana iba dejando. Él era un macho y trató de pararse para no hacer mas el ridículo, tenía el culo en el suelo y su hembra lo rodeaba protectora.

-Mi nombre es Athena Drokys.- respondió a la pregunta no formulada en los ojos de Samby.
Por fin y en un hilo, Samby encontró su voz.

–Sambana Vladis a tus ordenes… pareja...-



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Apeles se bañó lo más rápido que pudo.
Seguro hoy el alfa daría a conocer a su círculo más cercano y quería mantener su estatus de Ejecutor. Metió sus piernas en un jean desgastado medio mojado todavía, dejando de lado los boxer´s.A comando siempre era más rápido. Peinó sus cabellos con los dedos sabiendo que por la mañana seria como la melena de un león.

Quería llegar para ver al alfa.

Tomó la primera camiseta que encontró en el cajón y se la pasó por la cabeza, volviendo a despeinarse los ya no peinados cabellos.

Se miró al espejo y gruñó, haciendo el sexy.
La noche había comenzado de maravilla. Tenía ganas de follar y había follado.
Había tomado la primer hembra que había podido. Llevaba demasiado tiempo sin ningún tipo de compañía y solo fue el viejo juego del mete y saca. No la había besado y se dio cuenta cuando la hembra había acabado y él no, que se sentía que estaba mal.

Maldita conciencia.

Sabia que no debía tratar a las hembras así, pero quería estar libre para el alfa y demostrarle que no era un idiota…o un fanático de Superman.

El soltó lo primero que le vino a la cabeza. Cuando el alfa dejo “Lex” pensó en Luthor, el malo de la serie y Apeles tan inteligente como era, había soltado la peor estupidez.
Bueno, decirle al alfa que su nombre era de mujer había sido la segunda o competía con lo de Superman…
No, decir que Alexias era nombre de mujer era la primera.

Por la luna, estaba todo enredado.

Se lavó los dientes y olió para ver si todavía podía sentir el olor al sexo rápido sobre él.Nop. Libre de olor a sexo rápido y sin sentido.

Esta sería una buena noche y tal vez podría hablar con el alfa. Él tipo con aire misterioso y casi mudo lo intrigaba y de muy buena manera.  Apeles comenzó a bajar las escaleras cuando un sonido seco fue seguido de algo rompiéndose.

Corrió hasta el comedor y la escena lo dejó blanco.

Athena estaba casi desnuda sobre la mesa y el Alfa Lex la estaba besando. Giró la cabeza cuando se dio cuenta que los pechos de su hermana estaban libres.

Corrió lo más rápido que pudo, dejando a la pareja, con un dolor en el pecho que lo ahogaba.

Athena estaba siendo reclamada por el alfa de la manada.



Continuará...

1 comentario:

  1. ¡ Buenos dias a todos!

    Aqui os hemos dejado el siguiente capítulo de esta historia que a cada paso que crece, mejora y te atrapa aun mas.

    Un saludo a todos.

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