Morfeo. Llévame en tus brazos
Al otro lado de los sueños.
Al lugar,
Donde se detiene,
El tiempo y la muerte
Solo son, Un pasatiempo.
CAPITULO 10. SUEÑOS
-¿Deberia decirle?- Samby esperó la respuesta desde el otro lado de la mesa. Desde que no vivía más allí no había café hecho y Lex se puso en la tarea.
-Si.- La elocuencia de Lex algunas veces era agotadora. Lo miró levantando las cejas esperando por más.
-Si, deberías decirle todo, porque no puedes tener una compañera sin confianza, Sambana.- Lex rodó los ojos y le tendió una taza humeante a Samby. –Ella merece tu confianza y saber la verdad sobre nosotros, aparte de eso, ella merece amar lo que eres, no lo que le muestras.
-¿Cuándo te volviste tan inteligente Lexy?- Sambana sonrío a su hermano y se tomó dos tragos calientes de su taZa.
-Desde que miro comedias románticas, ahora que no estás.- Sambana pensó que Lex era el único ser en todos los planos que podía hacer chistes sin reírse.
Se quedaron mirándose por unos minutos, esto era casi una costumbre entre ambos. Sambana río y termino su café.
-¿Qué es tan gracioso?- Pregunto Lex mientras se levantaba y servía más café para ambos.
-La verdad es que creí que ibas a hacer un gran problema de que me fuera a vivir al pueblo, con ella.-
Samby levanto la vista esperando una respuesta que nunca llegó.
-Vivimos juntos 172 años y ni protestaste cuando partí.Me di cuenta de cuánto más tranquilo debes estar y eso…jamás te dije gracias.-
-¿Gracias?- Lex lo miró confundido.-¿Por qué?- Se acomodó en la silla y cruzó las piernas.
-Por dejarme ir sin pelear, por defenderme siempre y ahora…- La voz de Samby se rompió pero se recupero rápido cuando vió una sonrisa en la cara de su hermanos y lo que más asombro a Samby fue que se veía en los ojos que era cierta.
-Yo tengo esperanzas Sambana, por primera vez desde que existimos.- Soltó la taza y se acercó más.
–Esperanzas de que tengas cachorros a los que ahora pueda cuidar.- Sambana soltó una carcajada y tomo más café, Lex siempre era una caja de sorpresas.
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Hidis esperó a que Sambana se hubiera ido para entrar a la casa de Lexy-Lexy.
-¡¡Gran lobo feroz, estoy en casa!!- Gritó en el comedor y escuchó el gruñido de Lex. -Si…me alegra que estés tan contento de oírme.- Lex salió de la cocina con una cuchara de madera en la mano.
-Estaba esperándote. Tengo una pregunta para hacerte. Ven, únete a mí en la cocina donde hago una cena para mi nueva familia. Sambana ahora tiene una pareja y ella trae a su hermano, el odioso lobo de los ojos bellos.- Hidis abrió grande los ojos y lo siguió hasta la cocina.
-Es la primera vez en un siglo que llevamos de amigos que armas una frase de más de 4 palabras, estoy atónita Lexy…la manada te está haciendo bien.- reflexionó lo que había dicho su amigo y dió un gritito de asombro.
-¿Podría ser que dijiste “ojos bellos”?- Hidis alzo los manos y dibujo las comillas en el aire.
Lex se encogió de brazos y siguió revolviendo la cacerola.
-De él quería hablarte.- Hidis volvió a chillar.
-¡Deja de gritar así!- Lex gruñó- Tiene un aura blanca, pero según como él este de ánimo se ve dorada. – Lex dejó la cuchara y apago la hornalla.- Me gustaría tocarlo cuando esta dorado, él brilla y yo quiero tocarlo Hidis.- Ella vio la preocupación en los ojos de su amigo y suspiro.
-Tendría que preguntar, yo jamás vi un aura dorada. ¿Estás seguro que brilla?- Lex asintió con la cabeza sin descuidar la salsa.
Hidis sabía que Lex no podría oler la mentira que le decía, estaba feliz, por fin Lexy Lexy había encontrado a su sanador. Rogaba porque Lex lo aceptara y no luchara con colmillos y garras para alejarlo.
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Ben cruzo la pequeña oficina cuando sacando archivero movió el mueble de la pared.
Había soñado con Mikalys, casi había sentido su presencia dentro de su cama.
-Maldito lobo loco…- masculló entre dientes.
Metía las manos buscando el lugar que había señalado el ex alfa para ver si encontraba algo. Rozó con los dedos la madera de la pared hasta que sintió el reborde de la tablilla floja. Trabajó por unos 5 minutos hasta que pudo sacar el sobre marrón no muy grueso de su escondite.
Se sentó bajo la luz de la lámpara de la cocina desplegando todos los papeles, la noche del domingo había caído rápido. Perdió toda la tarde del domingo buscando las señales que el ex alfa le había dejado en el sueño, por otra parte no tenía otra cosa más interesante que hacer.
Todos eran expedientes de tierras y las declaraciones juradas de las ganancias del último año que fue alfa, hasta que solo dos hojas hicieron que se le pusiera la piel de gallina y su lobo aullara.
-¡HIJO DE PUTA!- Grito al aire mientras leía.
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Algo había despertado dentro de él.
Se sentía fuerte y amado. Su cuerpo curaba rápidamente; ahora el ya no era solo un cachorro, ahora él sería un macho.
Sólo una semana más y tendría los 17 años, la edad legal dentro de la manada para ser llamado así. Sólo faltaría ganar su valía, ya tenía la estima del Alfa.
La manada sería difícil de ganar, pero ahora tenía porque pelear. Lo que había despertado en sueños, ahora, corría por sus venas.
Quimey miro hacia afuera por la ventana de su alcoba, la luna lo estaba llamando.
Su momento destinado estaba a solo una luna.
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ANEXOS DEL CAPITULO ( Aclaraciones de la autora)
Circulo interno: Esta conformado por dos Betas, un Omega y un ejecutor.
Son las personas de confianza del Alfa, como manada, lo lobos suelen discutir las decisiones conjuntas.
Betas: Son los segundos del Alfa, son los que piensan y actúan en consecuencia de las ordenes del Alfa.
Omega: Casi siempre de carácter sumiso, comedido y muy tranquilo . El Omega tiene el poder de calmar a la manada en casos de revueltas o disturbios. Son altamente valorados y cuidados. Una manada con un Omega feliz , prospera y florece tanto como sociedad , como financieramente.
Ejecutor: Es la mano armada del Alfa (si un alfa caza a otro lobo y este lo mata, la ley de la manada dice que el que sobreviva será el nuevo alfa. Esto fue lo que paso con Lex y Mikalys) Por eso se selecciona a uno de los lobos más fuertes y es este el que mata, caza y ejecuta las ordenes del alfa.
Voz de Alpha: Todos los Alfas pueden controlar la voluntad de los que le rinden sumisión, ayuda a controlar a la manada cuando corren en forma de lobos y no pueden hablar.
Llamado de la luna: La luna llena llama a los lobos a correr y cazar juntos, al salir se mueven como una unidad.
*Los tres capítulos que se llaman “Sueños” llevan la poesía Morfeo de D A*
Continuará...
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