PARTE DOS
Divia tragaba duro mientras trabajaba y oía las voces y los gritos de todos tratando de hablar. El rey la había impresionado sí, pero no lo suficiente como para desviar su atención hacia él y apartarla de Lassiter. Pero eso no le impedía hacerse preguntas.
¿ Lassiter había atacado a Vishous? ¿ Esto había sido resultado de una pelea entre ambos? ¿Lassiter? ¿su Alitas? Hacía poco tiempo que le conocía pero habría puesto la mano en el fuego por la poca beligerancia que había detectado en su amigo. Si parecía siempre reírse de todos y de todo.
Oyó al rey dar voces contra Vishous y contra el ángel y contra su estupidez. Luego arremetió contra los que gritaban. Cuando el rey repartía, repartía para todos. Divia escuchó como les mandó callar para que los médicos pudieran trabajar , luego habló con ellos para interesarse por el estado medico de los pacientes, mientras estos se afanaban en seguir con su labor sanadora. Antes de irse del quirófano y sacar al resto de gente fuera también, les recordó a los dos pacientes que cuando estuvieran recuperados, ambos tenían una cita con él en su despacho. Y que acudirían cagando leches si querían seguir los dos viviendo bajo su techo.
Acto seguido el rey salió del quirófano guiado por su shellan y por fin Divia respiró tranquila. La ponía muy nerviosa estar en medio de toda aquella algarabía de testosterona vampírica. Una mano cayó sobre la suya reconfortándola y cuando vio de quien era, le sonrió . Desde que le había conocido, Tom siempre sabía que hacer en cada momento, al menos en lo que refería a ella.
Lassiter por fin siseó y la obligó a devolverle su atención. Se había contenido durante todo el tiempo que ella había vertido el líquido sobre su cuerpo mientras el rey hablaba. Era tan entristecedor ver su estado...incluso los párpados estaban quemados. En ese momento estaba intentando revolverse debajo de las sujeciones. No decía nada, ni siquiera la miraba a ella o a nadie. ..fijaba su mirada en el techo y apretaba los dientes. Ella se acercó a su rostro para mirarle a los ojos, para captar su atención y que no la tuviera puesta en sus terminaciones nerviosas vivas y ardiendo de dolor. Él desvió sus ojos hacia ella enseguida y ella agradeció a su dios que aun pudiera ver.
- Respira. Respira profundamente. Te dolerá pero pasará - Ella cerró los ojos antes de preguntar, pero tenía que hacerlo. Había tanto que no comprendía...y sin embargo parecía saber... - Eres un ángel ¿ como es que estás tan malherido ?
- Tengo...un cuerpo mortal...y la energía de Vishous no es mortal... es divina – al ángel le costaba decir cada una de las palabras, su voz salía ronca y afónica, demasiado gutural, seguramente tenía la garganta también en carne viva - ...hasta que no salga el sol, no podré... curarme. Esa es... la putada...- Divia puso un dedo de forma suave sobre los labios del ángel interrumpiéndole y forzando a que los cerrara. No quería que hablara mas porque estaba dañándose aun mas las cuerdas vocales.
- shhh, no hables. Ya habrá tiempo luego...no tenía que haber preguntado. Tu garganta..-
- Cállate ángel y concéntrate en aprovechar el azúcar -
La voz de Tom irrumpió en la conversación y todos le miraron como si acabara de entrar un lesser por la puerta o algo así. Divia bufó. Malditos vampiros...como no debían estar acostumbrados a oír la voz de un doggen debían estar escandalizados por que el chico hubiera osado abrir su boca delante de ellos. Divia quería lanzarles algo a la cara a todos, a poder ser un bisturí bien afilado. Pero decidió que concentrar sus fuerzas en Lassiter era mejor que jugar a tiro al ojo con los vampiros que tenía en frente.
Divia se sentía orgullosa de Tom , porque no se estaba amedrentando ante aquellas escrutadoras miradas , había estado a la altura de las circunstancias atendiendo al herido y ahora también estaba manteniendo el tipo . Dios, Tom ganaba cada vez mas puntos con ella. Lassiter dejó caer su cabeza sobre la camilla después de levantarla para lanzarle una mirada ceñuda a Tom y emitió una profunda espiración de aire.
- Esta bien...joder, hacedlo ya -
Divia agradeció a la deidad que fuera que el ángel hubiera focalizado su atención en ella y luego en Tom y ya no en el vampiro de la otra camilla.
- No se como cojones curar a un ángel pero haré todo lo que este en mi mano - El Dr Manello pasó a su lado y la recordó que tenía que continuar ayudándolo. Ella iba empapando con el suero la ropa y el tejido y el médico humano iba quitando los restos carbonizados de la piel con material quirúrgico.
Lassiter siseaba y Tom le puso en la boca una cinta de cuero para que la mordiera, los demás sujetaban el cuerpo del ángel para evitar que convulsiones y movimientos involuntarios entorpecieran la labor del Doc.
El ángel se concentraba en no romperse la mandíbula ni los dientes al apretar. Divia sabía que luego vendría lo peor...quitar el tejido de la piel. Cuando Divia intentó cambiarle la cinta de cuero por un abrebocas usado en las intervenciones para que apretara sin miedo , Lassiter gruñó y bufó. Su voz era apenas un susurro rasgado.
- Ni de coña... me pones eso. No soy el puto vampiro luciérnaga -
Divia no entendió la alusión y desistió Si Lassiter quería sufrir y morderse la lengua o lo que fuera, allá el. Tom sonrió de lado entendiendo bien el comentario y ella entrecerró los ojos reprendiendo su actitud. Tom se encogió de hombros sujetándole las piernas por donde podía.
- Tu no lo has entendido pero tiene gracia...-
Divia oyó a su espalda un carraspeo grave y agradeció que Tom dejara de esbozar esa sonrisa torcida gracias a la intervención del vampiro con el mechón plateado.
Cuando ella y el Doc terminaron de retirar todo lo posible, la visión que quedó fue espantosa. A Divia se le encogió el corazón al ver toda aquella carne y tejido abierto.
- Chaval...bueno, lo que seas, si fueras humano te diría que tengo que quitarte la carne muerta y el tejido calcinado que queda y luego vendar para evitar infecciones y atiborrarte a antibióticos y calmantes. Pero no eres uno como yo ¿ como procedo?
El que respondió fue Tom, como si fuera la voz del ángel, dejando a todos sorprendidísimos.
- Nada de antibióticos ni analgésicos, las drogas no hacen efecto en él. - Miró el reloj de la pared- Faltan aun horas para el sol. No puede curarse por sí mismo. Pasará unas horas como si estuviera en el infierno...-
El Dr Manello asintió. El ángel parecía exhausto y no hablaba mucho.
- ¿Morfina? ¿Puedo meterle morfina?
- No le afectará. Tendrá que soportar el dolor. Quizá una sobredosis de azúcar lo deje KO un rato...hasta que salga el sol -
- ¿ Como voy a dejarle así, con sólo con un gotero de azúcar? Mi juramento no me lo permite, joder. ¿ Se curará con el sol? - Preguntó un Manello pasándose el dorso del antebrazo por la sien.
- Se regenerará como si nada hubiera sucedido – Asintió el doggen sin inmutarse.
- Entonces le ahorraré el sufrimiento innecesario de desbridarle la piel si lo hará el solo cuando amanezca – Tom asintió y el Doc se dirigió a Divia – Vendaje para todo el cuerpo, empapado en glucosa al 50% .Compresas estériles entre las vendas y el tejido. Cura mojada ¿entendido? Los ojos lo mas importante, no me gusta el aspecto opaco de ...lo que sea que tiene ahí. Luego lo sacaremos al jardín y que el astro rey haga su trabajo.- El Doc se dirigió a Lassiter que los observaba a todos en silencio.
- ¿ te vale así chaval?-
Lassiter asintió y le guiño un ojo carraspeando y tragando con un rictus de dolor. Ese movimiento debía haberle dolido porque los párpados estaban en carne viva también. Lassiter aun tenía ganas de bromas. El Doc sonrió.
– Si cuando era un niño alguien me hubiera dicho alguna vez que tendría aun ángel en la mesa de mi quirófano y que me guiñaría el ojo...lo hubiera mandado a la mierda. Aunque también lo hubiera hecho si me hubieran dicho que me casaría con una vampiresa...- se giró y sonrió como un idiota a una Payne que había levantado justo en ese momento la cabeza para mirarlo desde la otra camilla. Divia sintió envidia sana por aquel tipo de relación que tenían aquellos dos, procedían de mundos distintos pero se amaban con locura y pasión. El doc volvió su atención al paciente
– Venga, todos a terminar el trabajo....
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Divia se había quedado junto al ángel acompañada de Tom cuando terminaron con todo. Trasladaron al ángel a otra habitación en espera que saliera el sol y dejara de llover....una putada del destino, sin duda. El resto de gente ya había vuelto a sus quehaceres, los Docs estaban en los boxes quirúrgicos recogiendo todo y otros doggens limpiando el desorden. No sabía que había sido del otro paciente, pero sospechaba que lo habían trasladado a sus dominios para que terminara el proceso de su curación. Los vampiros se curaban rápido con sangre y cuidados, el ángel dependía del sol al parecer.
Tom estaba a un lado de la habitación apoyado en la pared, ella estaba sentada en una silla, al lado del ángel ahora dormido. Parecía mas un muerto que un vivo, con los ojos y la totalidad de su cuerpo vendada. Habían tenido que cortar el pelo chamuscado y Divia no sabía como le afectaría todo aquello cuando despertara. El gotero de glucosa le mantenía dormido al parecer, de todas formas estaba muy dormido y no sabían si por la sobredosis de azúcar metida en vena o por el estrés que había sufrido su cuerpo . La ayuda de Tom había sido crucial para el tratamiento del ángel.
- ¿ Como sabes tanto de ángeles? ¿ como sabías lo que podíamos hacerle y lo que no serviría de nada? - Rompió Divia el silencio
Tom pareció pensar antes de responder - El y yo nos conocemos desde que yo era un crío. -
Divia frunció el ceño. Eso sí que era una sorpresa, había intuido que su relación era anterior a ella, pero siempre había creído que era porque los dos vivían en la mansión antes de que ella llegara.
- ¿ Le conoces desde siempre?- Preguntó sorprendida- ¿ Fuiste su protegido? ¿ Era tu ángel de la guarda?
Tom soltó una carcajada amarga - Mas o menos. -
- Yo creía que los ángeles de la guarda eran solo para los humanos. - Tom se movió y avanzó hacia ella, colocándose a su lado.
- Aun hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro Divia...aun tenemos mucho que aprender - Hizo una pequeña pausa y señalo al ángel - No solo son guardianes de los humanos.
Ella miró hacia el ángel suspirando - Me destroza verlo así. Siempre le creí...divino, inmortal-
Tom se colocó a su espalda y le empezó a masajear los hombros mientras hablaba – Es inmortal Divia, lo que ves ahí es su cuerpo mortal, su alma sigue intacta. Pero no dudes de su divinidad, el sol hace milagros en su cuerpo.
- Sigue lloviendo, Tom ¿ crees que habrá parado al amanecer? -Levantó su cabeza para observarle. Tom era muy apuesto, con una belleza oscura y enigmática pero atractiva, hipnotizante. Y su presencia en esos momentos era mas que reconfortante, era como un pilar al que agarrarse.
- Aunque llueva , el día aparece, nadie puede parar eso. Tardará mas en recuperarse pero lo hará. Tranquila.- Él acaricio su mejilla con la palma de su mano y ella se recostó contra ella. Dejó pasar unos segundos .
- Tom...quiero saber mas de ti. -
El se inclinó y besó su pelo. - ¿ Estas segura? ¿No quieres dejar las cosas como están y que disfrutemos el uno del otro así, sin prejuicios ni bagajes del pasado?
Ella estuvo tentada de decirle que si, pero algo en su interior la estaba presionando hacia lo contrario. Quería saber mas de Tom, quería saber porque Alitas le había dicho que tuviera la mente abierta con él, quería saber porque Tom había sido pretegido por ángeles en su niñez...quería saber y no sabía porque. Pero queríaY al mismo tiempo parte de ella estaba ahí en la cama con Lassiter, sufriendo con él, llorando por él. El mero pensamiento de que él estuviera sufriendo la partía en dos...¿ que estaba mal con ella?
- No, quiero conocerte y que tu me conozcas. -
Quizá su vehemencia haría que Tom se alejara de ella. ¿Quien podía asegurarle a ella que Tom solo quería sexo y nada mas? No habían hablado mucho en el poco tiempo que habían pasado juntos...este momento quizá le aclarara las cosas y Tom huyera de una relación un poco mas profunda que solo sexo.
Para su sorpresa Tom se colocó a su lado, la hizo levantarse tendiéndole una mano. Ella no objetó nada y dejo que él llevara el control de la situación...la abrazó por la cintura sentándose en la silla y sentándola en su regazo. No había mas sillas en la habitación, esa era la verdad pero que la sentara sobre él aunque fuera de lado manteniendo su mirada sobre la suya y abrazándola por la cintura ..le parecía demasiado intimo. ¿ no era eso lo que ella quería? Dios, estaba volviéndose bipolar.
- Pongámonos cómodos, tenemos unas horas por delante ¿ que quieres saber? - preguntó Tom con una sonrisa.
Continuará....
Muy bueno, Mary, como siempre. felicidades y gracias por este capitulo.
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