lunes, 9 de diciembre de 2013

Despliega tus alas. capítulo 18. Cuando el silencio es tu aliado.



El sonido era difuso y el aire demasiado denso.

Respira. Respira.

¿ Era esa su conciencia? ¿Desde cuando respirar era tan importante? Parpadeó o lo intentó y algo se lo impidió.

Respira, respira. Su conciencia parecía perdida en una nebulosa, pero poco a poco el estado de estupor iba desapareciendo. Su cuerpo pesaba como roca de granito...y no podía moverse. Sus terminaciones nerviosas le decían que estaba restringido.

Dolor difuso¿ eso era dolor, cierto? Por cada centímetro de su cuerpo.

Se concentró en sus sentidos. El dolor era subjetivo y podías dominarlo, en el pasado lo había conseguido...ahora también podía hacerlo.

Su memoria aun andaba embotada pero estaba seguro que terminaría por volverse cristalina.

Voces lejanas. No, cercanas. Ecos que tomaban cuerpo y vibraciones que llegaban a sus oídos. Se concentró e intentó tragar saliva. Dios, como dolía la garganta, como si tuviera papel de lija acariciando sus cuerdas vocales. Nada de saliva. Las voces se volvieron claras y puso atención. No era la primera vez que había sido capturado y restringido. Extendió su radar propio y se quedó sin palabras si pudiera pronunciarlas porque en ese momento la mordaza en la boca se hizo patente.

Ella estaba cerca.

No, no era posible. ¿ había él muerto? Esa sería la única explicación ¿ Porque no recordaba nada y se sentía como en una nube?

Intentó levantar su mano pero las restricciones se lo impedían y algo que hacía que sintiera como si los tendones se rompieran al hacerlo. Dolor lacerante le machacó el cerebro y atravesó la columna vertebral y las sienes. ¿ que cojones...? Mas dolor al intentar mover las piernas. Esta vez el dolor pareció romperle los miembros

Se quedó quieto y se concentró en la presencia a su lado

Era Ella, ¡ Oh Dios,era ella! Su alma, su esencia era inconfundible para él.Sí..debía estar muerto, al menos su cuerpo ¿ Pero donde se podría restringir un alma? Y su cuerpo lo sentía demasiado como para haberlo perdido. No, algo no andaba bien.

Respiró y se concentró.


Ella no estaba sola. Había otra presencia con ella, una que conocía. ¿ porque tenía la cabeza embotada y no identificaba a la segunda presencia?

De repente algo hizo pop en su cerebro y los oídos empezaron a dejar pasar todo tipo de ruidos.

El dolor en la cabeza fue sofocante pero después de unos segundos la cacofonía cedió y todo empezó a clarificarse.


Dos voces se superpusieron a los sonidos. Y respiró antes de escuchar atento.
-Me estas mintiendo - una voz femenina se oyó clara, no enfadada, mas bien, divertida.

- Ojalá estuviera mintiendo y mi vida hubiera sido mas normalita. No suelo mentir Divia,- Respondió una voz masculina profunda familiar

Divia. El estallido mental del recuerdo casi le hizo jadear, pero algo amortiguó el sonido que intentó salir de sus labios. ¿ que tenía en la boca?

Divia. La voz masculina era la de Tom. Estaba en la mansión. ¡ mierda Vishous! El quirófano...¡joder. !

- ¿ no...no eres un doggen? No te pareces a él. - La voz femenina calmó gran parte del dolor sordo que sentía que se despertaba en su cuerpo. La carcajada masculina inundó el silencio de la habitación.

- Nadie se parece a Lassiter, créeme. Es único hasta en su especie. Y soy un doggen querida Divia, mi madre lo era. Mis abuelos lo son, he sido criado como uno. De todas maneras, alguien me dijo de niño que yo tenia potencial para ser lo que quisiera ser..elegí ser lo que mis abuelos me enseñaron a ser. - Oyó ropas removerse y la voz de Divia respondió de forma suave y dulce. Esa voz lo hacía convertirse en gelatina.

- Entonces ¿eres un mestizo? No sabía que existiera algo así. Ni siquiera sabía que existían los ángeles antes de conocerle a él. Para mi habéis sido siempre parte de la mitología.

- ¿Habeis? No me incluyas nena – Ese nena le repateó las entrañas al ángel. Tanta familiariedad lo estaba torturando mas que el dolor que se estaba despertando en su cuerpo. ¿ No podía haber seguido dormido ? No...el destino o algún metomentodo celestial había elegido que despertara junto a la parejita de la semana.

- Pero... me has dicho que tu padre era un...-

- No tuve padre por lo que a mi respecta Divia. El que aportó el espermatozoide que preñó a mi madre no existe para mi. Me dejó un legado que no me gusta ni comparto. Con gusto me hubiera gustado tener todo mi ADN de un solo tipo, como el de mi madre por ejemplo..pero yo no controlo el destino. Nací, crecí y aquí estoy. Yo elijo quien quiero ser, y no quiero esa parte de mi herencia.

- No entiendo porque rechazas...-

- No lo entiendes porque no conoces ni la mitad de ese mundo. Y es mejor así. La gente no está preparada para saber todo lo que sucede en el mundo.-

- A mi me gustan los ángeles, y Lassiter...y tu.-

- Gracias preciosa, pero nosotros dos somos atípicos. Y creo que yo soy así de raro por culpa de él y mis otros tíos.

- ¿Tíos? ¿Hay mas como él? ¿Tiene hermanos?

La carcajada atronó en la habitación.

- Gracias al cielo, no. Lassiter no tiene hermanos naturales...pero todos ellos se consideran hermanos al menos los que conviven cerca y son asignados al mismo plano.

- ¿ Plano? Oh Dios! Esto es... es mas grande de lo que creía. ¿ quienes son esos tíos de los que hablas?
- pequeña curiosa...- La voz de Tom era cariñosa, demasiado para su gusto

- ¡Yo he hablado primero! - protestó de forma divertida la voz femenina. ¿ Porqué era que creía que ahora ella tenía su mano puesta en la mejilla del chico, acariciándole con cariño? Porque seguramente lo estaba haciendo. No necesitaba oír ni ver para saber lo que podía estar sucediendo a su alrededor.- ¡Conoces ya mi infancia en Londres!.-

- Cierto, la mía fue aquí cerca, en Nueva Jersey.

- ¿ Fue duro no conocer a tus padres?-

- No, la verdad es que al no conocer a ninguno, tampoco les eché en falta. Mis abuelos siempre estuvieron ahí para mi.

- ¿ Ellos saben lo que eres? ¿ quien fue tu padre?-

- No. Sospechan que soy raro...pero no dicen nada al respecto. Me aman y yo les amo.- El tono de voz de Tom se volvió serio y grave- Ellos no saben nada de mi padre. Yo lo sé por cortesía de mis  "maravillosos"  tíos. Vinieron a mi de niño...para controlarme. A medida que crecía mi parte paterna se despertaba y necesitaba control-

-Tom, ¿tan mala es esa parte? Lassiter no parece...- Esa era una buena pregunta se dijo el ángel a sí mismo. Aun no entendía el rechazo de Tom ante su herencia. Su padre había caído de la peor de las maneras, pero eso no significaba que Tom fuera como él.

-Lassiter es Lassiter, mi padre parece ser que no era como él. No se mucho de él, solo lo que me contaron. Pero mi padre...se convirtió en algo peligroso, oscuro,cayó de forma distinta al resto y atrapó a mi madre en su caída.

- ¡Oh Tom! Cuanto lo siento...-

- ¿ Como es que no estas asustada?-

- ¿Como?-
- ¿ Como es que no estás asustada, ni escandalizada? Eres una doggen , de una de las mas estrictas familias conocidas por su rigidez...-

- Para, para. Yo no soy mi familia. Y la verdad, desde hace semanas la mente se me ha abierto un montón. -Un suspiro se oyó bajo. -A mi los ángeles me gustan.-

- Viendo el tatuaje de tu espalda eso era fácil de deducir. - ¿ Tatuaje? ¿ que tatuaje?

- ¿Te gusta?- Había orgullo implícito en aquella pregunta.

- Me encanta... no se quien te las ha tatuado pero son unas alas magníficas.

Lassiter se estremeció mas de la rabia que estaba naciendo en él que por el dolor que estaba despertando y creciendo en intensidad por su piel, sus músculos, sus huesos,..como si los perros del infierno estuvieran royéndolos. ¡ Mierda puta! Como no saliera pronto el sol se volvería medio loco de dolor. Divia tenía en la espalda unas alas tatuadas...como Ella.

- Está despertándose...- La voz masculina se acercó hacia él junto a unos pasos firmes. Ya había sido descubierto.

- Pero si falta aun una hora buena para que salga el sol...-

- Habrá que hacerle dormir de nuevo.-

Él quiso decir que no, que no quería que le embotaran la cabeza otra vez...pero no pudo. Su boca estaba cubierta con algo que le impedía hablar, y su cuerpo estaba impedido de movimiento...una dulce sensación inundó su cuerpo de repente y la nube de la que había salido, le envolvió de nuevo.


                                            *********************


Gritó al sentir como su piel se abrasaba. Otra vez. Y pudo oír su propio grito.

¿Piel? ¿Ya no tenia piel no? Ese era su ultimo recuerdo y abrió los ojos.

La luz lo debería haber cegado pero para un ser como él, que se nutría de luz, eso era como volver a la vida.

Una mano se cerró sobre su muñeca y la mas dulce de las voces le susurró al oído bellas palabras.

- Tranquilo, el sol ya está trabajando contigo. Estaré a tu lado hasta que sanes completamente-

¿Ella? No, no era ella pero su alma la reconoció enseguida. Divia. Divia le estaba hablando y giró su cabeza hacia donde provenía su voz. Vio su figura entrecortada contra el sol.

Ya debía haber amanecido hacia rato porque el sol estaba elevándose ya por el horizonte y el cielo azul se cernía sobre ellos. La doggen se dió cuenta cuenta de la dificultad que el tenia para enfocarla y se movió al otro lado de su cuerpo para que la viera mejor.

- ¿Me ves así?


El trago saliva y la garganta aun seguía quemándole. Te vería incluso en el vacío  del tiempo . Miró hacia su cuerpo elevando el cuello. Joder, estaba hecho un asco.

- Acabo de quitarte los vendajes como me dijo Tom que hiciera cuando los rayos del sol te dieran de pleno. ¿ aun te duele?

- Un poco...- la voz salio ronca y doliente. Parecía un fumador de 180 años.- Nada...preocupante .

- Los tíos siempre haciéndoos de machitos. Anda, bebe un poco de agua con azúcar, te sentará bien.-

 Le ayudó a incorporarse y el tragó cuanto ella le ofreció. Se sentía como un imbécil ante los cuidados de la doggen, pero en su fuero interno disfrutaba completamente de ellos. En Divia estaba su amada...y eso lo calentaba mas que el sol que incidía sobre él con sus rayos.

La piel al principio, demasiado sensible sin su protección externa se quejó y le dolió a rabiar, ahora...el sol ya estaba obrando su magia sobre él y el tejido estaba regenerándose, Lo sentía en cada célula de su cuerpo. Ella le observaba preocupada y mas pendiente de él y sus reacciones que de lo que estaba sucediendo en su cuerpo. El sabía de la fascinación de la chica por la medicina y lo que estaba sucediéndole era digno de  verse a nivel científico y colgarse en el National geografic.

- Estoy bien Divia, échale un vistazo a mi cuerpo y maravíllate.-

Él se refería a la maravilla de la medicina, pero ella se sonrojó como un tomate y entonces  se dio cuenta de que estaba completamente desnudo en una tumbona en la terraza exterior.

- ¡ Maldición! No quise...-carraspeó, la garganta aun seguía doliéndole - ¡Dios ! ¿ El hijo puta del vampiro me achicharró la polla y las pelotas también?-

Divia abrió los ojos como platos,  roja como una amapola y detrás de ella sonó una carcajada enorme.

- ¡ Por fin vuelves a ser tu! Nos tenías preocupados. -

La figura de Tom apareció al lado de la Divia y a Lassiter le entraron ganas de romperle la cara al chaval al ver como ponía una mano sobre el hombro femenina de forma cariñosa.

Oh dios, estoy perdido. Tom era su pupilo, su amigo...no era justo aquello. Aderne...acabare contigo maldita HDP ¿como has podido hacerme esto? Al menos mientras vivía en la ignorancia...todos eramos felices. Ahora él no era mas que un saco de mierda y tristeza. La mujer que amaba estaba en el cuerpo de otra que estaba con uno de sus mas preciados pupilos y amigos . Por no decir, pariente . Y era ajena a toda su vida anterior. Y encima él mismo la habia empujado a los brazos de Tom.

Si, su vida estaba bien jodida. Tomo la única determinación posible ante algo así, aparte de suicidarse claro, hacer como si no existiera y cuando estuviera recuperado...suicidarse.

“Ni lo sueñes...no te dejaremos.”

La voz atronó en su cabeza y casi le hizo caerse de la camilla. ¡¡Maldita HDP!!

¡Sal de mi vida y de mi cabeza Aderne! Gritó alto en su cabeza para que ella le escuchara. La respuesta fue una sonora carcajada proveniente de los cielos que solo oyó él.

- ¿ Estas bien, Alitas?- La pregunta de la chica lo devolvió a la realidad.

- Lo estaré en un par de horas...el sol es maravilloso en esta época del año.- Intentó disimular – ¿Habeis estado conmigo todo el tiempo, verdad?-

Preguntó a los dos que ahora le miraban con una sonrisa en los labios, y los dos asintieron al mismo tiempo.

- Gracias chicos, pero a partir de ahora, puedo quedarme solo.-

- Aun necesitas cuidados, Lassiter. No vamos a dejarte solo. Aun estás...-Interrumpió enseguida al chico.

- ¿ indefenso? Tom...jamás estoy indefenso. Me habéis manejado porque me he dejado manejar. Punto. - Entrecerró los ojos hacia el chico – Lo sabes perfectamente.

- Deja que al menos yo me quede contigo y que Divia se vaya a descansar. Ha trabajado duro cuidando tu cuerpo estas horas en las que el sol no había salido aun.-

¿Así que Tom se resistía a dejarlo sólo ? No le importaba. La sonrisa que le dedicó ella le llenó el pecho de algo que no supo determinar. Si seguía asi, llenaría también otra parte de su anatomía cuando estuviera recuperada y eso no sabría como explicarlo.

- Divia, te agradezco tu dedicación y tu atención...pero soy pudoroso y deberías irte a descansar mientras me regenero en ciertas partes que pueden hacerte avergonzar..-

Divia enarcó una ceja

- ¿ Tú,  pudoroso? ¿ Has olvidado como nos conocimos? Porque te aseguro que yo no -

Tom los miró sin comprender y Divia enrojeció otra vez a darse cuenta de lo que había dicho en voz alta. A Lassiter se le atragantó la saliva en la garganta...si tan sólo ese momento hubiera sabido lo que sabía ahora.

Habrías actuado igual, mentecato.Te puede el Ego.
Su conciencia hoy parecía haber cobrado vida propia y decidido trabajar horas extras porque se había dividido en una dualidad que le estaba provocando dolor de cabeza. Divia al final se dio por vencida.

- Esta bien, noto perfectamente cuando la testosterona no me quiere cerca . Iré a descansar pero quiero noticias de los dos enseguida que podáis. ¿ entendido ?- Se acercó al ángel y desposito un beso tibio en la frente – Cuídate Alitas. Nos has dado un susto de muerte -

Lassiter la vio irse con el cuerpo temblándole de la emoción al sentir sus labios sobre su piel. Pero ella  no se fue sin antes besar a Tom en los labios y eso le dolió mas que la piel quemada que ahora se regeneraba. El tejido dolía como si se lo arrancaran, pero ver ese gesto cariñoso entre ellos...eso le provocó el mayor de los tormentos.

Estaba seguro que esto era obra de la maldita de su ex  cuñada. Solo ella podía haber ideado algo tan retorcido.


Continuará....

3 comentarios:

  1. Agradecemos a Adriel D Valen la cesión de su imagen para nuestro Blog. Gracias.

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  2. Un placer poder aportar un granito de magia a tan magnifico fic, mi enhorabuena preciosa!!!

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  3. Un placer leerte, como siempre, chica.

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