lunes, 23 de diciembre de 2013

Despliega tus alas. Capítulo 21. Lo que hace caer a los ángeles.



¡Está delicioso! - Esa fue Divia con un trozo de emparedado de jamón en adobo colgándole de la boca. Estalló en risas ante la dificultad que tenía para masticar y hablar al mismo tiempo . - Celia sabe como preparar un buen almuerzo ,eh? -  Tragó el bocado y  miró  al ángel sorprendida. El ángel normalmente no comía, pero estaba compartiendo con ella aquellas delicias culinarias que su amiga les había preparado .

Le  observó  y le pareció tan familiar aquel momento:   ellos dos solos, en la loma  del bosque cercano a la mansión...con el sol de mediodía coronando el cielo y calentando  el ambiente frío del invierno.

Esto lo he vivido antes.

Aquella estampa le era tan familiar, demasiado familiar. Entonces recordó sus libros de neurofisiología y se relajó.

Debe ser un deja-  vu de esos, una anomalía de la memoria cuando la mente consciente tiene un ligero retraso en la recepción de las entradas perceptivas.


Sí, debía ser eso. ¡ Se sentía tan a gusto en compañía del ángel! Le  había echado de menos. A él y  lo que sentía en su compañía. Ya podía  repetirle  Alitas que las sensaciones se magnificaban cuando él estaba cerca...le daba igual, ella disfrutaba de las sensaciones como si fueran genuinas.

Le observaba y escuchaba en silencio ,  disfrutando de su alegría. Y percibió que algo había cambiado en él, algo muy sutil.  Quizá fuera por el incidente con el vampiro que había sufrido  hacía dos días...si, debía ser eso. Lassiter sonreía de una manera distinta. No era una sonrisa socarrona, llena de segundas intenciones como tenía antes...era una sonrisa auténtica, sincera que  la llenaba de algo desconocido.



Lassiter se estaba tomando su papel de guardián sustituto bastante en serio, como  le había  pedido Tom .Y ella estaba encantada. El día anterior habían acudido juntos al ensayo del grupo en la ciudad, hoy tenían  almuerzo conjunto...y ella estaba dispuesta a llevarlo mas tarde delante de su televisor para ver  un par de  películas que había escogido especialmente para ellos,  todas ellas de temática angélica. Debía reflejarse en su cara porque el ángel se la quedó mirando sonriendo como un niño malo.

- ¿ que estás tramando Divia?-

-¿ yo?  Nada de nada. - El ángel no la creyó ni un poquito y entrecerró los ojos provocando  que claudicara  – Solo pensaba en el maratón de cine que nos daremos tu y yo cuando termine mi turno después del almuerzo.-

- ¿ Nos daremos? - Elevó una ceja curioso y divertido.

- Espero que no te moleste pero había pensado...si tu quieres...que podríamos ver un par de pelis en mi habitación - ¿ Porqué  titubeaba ? Alitas era su amigo y ya tenían confianza, no había nada malo en aquella petición.

- Me encantaría acompañarte en ese maratón -  Respondió con una voz que a ella le hizo temblar las piernas. ¡Ay Dios! Ya había olvidado lo insegura y estúpida que se sentía cuando el ángel estaba cerca de ella.Debió verse en su cara el alivio - ¿ Tan ogro crees que soy que temías pedírmelo?

- No es que me parezcas un ogro, es que...después de lo de Tom,  no sabía como reaccionarías.  Parecías raro estos días.

- Disculpa si  he dado esa impresión Divia,  tenía preocupaciones en la cabeza , eso es todo. - El ángel le dio un bocado a una pequeña pasta y cerró los ojos deleitándose en el sabor – Que sabroso es este dulce de leche.¿ lo has probado?-

Ella se rió en alto . Parecía tan despreocupado  su alitas...y pensar que hacía dos días...

- Me maravilla tu recuperación, de verdad.  Es un milagro. - Alitas se chupó los dedos y a ella se le encogió el estómago pensando en lo que podría hacer esa maravillosa lengua.

¿Pero que estás pensando Divia?¡¡ Compórtate!! Estas saliendo con un chico  increíble y caliente como el infierno y Alitas no  quiere nada contigo. Ya te lo dijo.

- Yo soy el milagro, preciosa –

Divia sonrió encantada. Ahí estaba el Alitas que ella había conocido y que había echado de menos. Pero la forma tan sugerente con la que le respondió la dejó jadeando. ¿ como podía estar pensando en lo apetecible que estaba ese macho  bajo el sol, chupándose los dedos, cuando ella estaba saliendo con otro?

-¿ Que te parece mi pelo ?

- ¿ Perdón? - Había estado absorta en sus pensamientos que no había oído claramente la pregunta del ángel.

- Mi pelo, se chamuscó por culpa del luciérnaga con colmillos . He tenido que rehacerlo ¿que te parece?-

Ella  estudió lo que él le enseñaba entre los dedos. No se había dado cuenta de que el pelo había sufrido ningún cambio...cierto es que le sorprendió  gratamente verlo de nuevo en su cabeza  y con la longitud anterior, pero había creído que le había crecido igual que el resto de sus tejidos. ¿ se lo decía y hería su ego ? Um, no creía que el ángel pudiera sufrir ningún tipo de herida en eso.

Alargó su mano para tocarlo y enseguida se arrepintió ; al hacer ademán de retirar la mano,  él protestó.

- No, no, tócalo...por favor.  - ¿ eso era una súplica ? -  Me gustaría que me dieras  tu opinión -

-¡ Claro!  - La mano le tembló un poco pero se obligó a mantenerla  firme.

Cuando la punta de sus dedos tocó la textura de las hebras algo se despertó en ella. Desde el interior de su pecho,   algo tibio  empezó a crecer y a calentarla . Al mismo tiempo, una especie  de chisporroteo  nació desde la punta de sus dedos e hizo contacto con  aquello que se había despertado.
Parpadeó un par de veces para centrarse y se concentró en las  maravillosas sensaciones. El  tacto era como seda  y  ella ahogó un naciente gemido de placer al sentir aquello tan familiar entre los dedos.

¿ Familiar? Ella no había tocado su pelo asi  antes ¿ o si? ¡Oh Dios!  Su memoria fallando ¿ que sería lo próximo?.

- Es...es...suave, Alitas. - suspiró  – Es como tener seda entre las manos – Frotó  con la punta del índice y el pulgar aquello que se deslizaba entre sus dedos y que no quería ni podía dejar de tocar.

 Apartó la mano cuando el ángel emitió un  ¿ ronroneo? entonces se dio cuenta de que él tenía los ojos cerrados y parecía estar en trance.

- ¿La...Lassiter? - La voz le tembló.

- Dios Divia. Eso ha sido...- El ángel abrió los ojos de repente y se enderezó  carraspeando como si nada hubiera sucedido. - ¿ Y bien? ¿Veredicto? ¿Esta igual que antes, mejor?

- No, no sé. Es fantástico como está ahora. Antes también  me gustaba, no puedo comparar-

- ¿ Seguro? ¿ Estas segura de eso?-

- ¿ Porqué me lo preguntas? - Preguntó insegura.

- Por nada,  por nada ,  Divia – Pareció decepcionado  y se quedó mirando el horizonte  con expresión triste. Ella se sintió de repente culpable por algo que no había hecho y que no entendía. ¿ Qué le estaba  ocurriendo a Alitas? Colocó su mano en su hombro como si así pudiera reconfortarlo  y aquel contacto irradió desde su brazo al resto de su cuerpo.

Calor...caliente

Iba a apartar la mano pero algo la detuvo.  Su cabeza gritaba que aquella intimidad no era del todo correcta...algo mas profundo le decía que era como debía ser.

Ellos dos...uno sólo.

¿que?

Lassiter se giró hacia ella con los ojos abiertos  de par en par aferrando su muñeca para evitar que apartara su mano, sus ojos se veían  demandantes y tristes al mismo tiempo.

-No dejes de tocarme...por favor.- Suplicó mirándola con unos ojos indescifrables que conectaron con lo suyos.

Se quedaron quietos, mirándose a los ojos ,  como si los dos temieran moverse o retirar su mirada. Quizá pasaron horas o tan sólo segundos, el corazón le latia en el pecho como si fuera  a salirsele¿ que estaba pasando entre ellos? Eso no era como lo que sentía con Tom, con Tom era todo fuego y pasión; con el ángel era algo mas esencial, algo mas primario y  profundo que no podía explicar.Un extraño sentimiento  de añoranza  la invadía y dejaba perpleja.

Algo se rompió dentro de ella cuando divisó una solitaria  lágrima caer por la mejilla del ángel. Desconcertada,  no supo como reaccionar. Una lágrima del ojo de un ángel ¿ acababa de ver un milagro?La  ternura y la pena la envolvíeron , si Lassiter lloraba,  algo tenía que ir tremendamente mal .Sintió como él acariciaba  su muñeca ,  provocando que su pulso se desbocara aún mas.

- ¿ Como puedo ayudarte Lassiter? Dime como puedo hacerlo...- No le llamaba casi nunca por su nombre, pero el apelativo cariñoso que ella le había puesto le pareció fuera de lugar.

- No me juzgues por lo que voy a hacer ahora, Divia, por favor - Susurró en una corta  respuesta   y  ella se estremeció al oírla.

Apenas tuvo tiempo de reaccionar , ni siquiera pudo tomar aire...pues se vio abrazada por el envolvente brazo masculino y acercada  hacia él . Su mano apresó la parte posterior de su cuello en una caricia y acercó su rostro al suyo sin que ella acertara  a reaccionar.

La  miró como si su propia vida dependiera de ella, como si el mundo entero estuviera allí en sus ojos y nada mas importara.

 Y la besó.

Tomó posesión de su boca de la forma mas dulce al principio.  No solo fueron sus labios los que tocaron los suyos, después de confirmar que ella no le rechazaba, su lengua  empezó  a jugar con la suya  y el beso se volvió mas profundo.

No podía moverse para alejarse de él...no podía. Algo en lo mas interno la apremiaba a responderle y a profundizar en aquel beso.

El titubeo inicial se convirtió en  la demoledora exigencia del hambriento. Ella saboreó un gruñido de aprobación  masculino al sentir aquel aumento de intensidad. Los  firmes labios masculinos  con la contención perdida, se tornaron salvajes, invasivos,  provocando un jadeo sorprendido en  ella.

Él la estaba besando  a ella y no al revés como en las anteriores veces. Él estaba buscándola a ella y no al revés .

Y ella estaba loca porque él no cambiara de parecer.

De repente, venidas de la nada,  múltiples imágenes como flashes bombardearon sus  cabeza .  Lassiter  sobre ella, con ella ...en ella ; su cuerpo y el suyo  unidos  por el sexo ...por  algo mas que sexo. Un rostro, pero no el suyo , pero ella se reconocía en  ese rostro  ¿ que estaba viendo?

Aparecieron mas flashes, esta vez en forma de fragmentos de memoria porque los reconoció al instante:  ella y Tom en la cama, ella y Tom en la ducha, sexo sin tapujos,  amantes ardientes...  pero sin esa conexión mística .

Se separó de los labios del ángel jadeando y notando como la respiración le faltaba.

¿Que estaba haciendo? Ella estaba con Tom , adoraba a Tom...pero sentía cosas por el ángel que escapaban  a su comprensión.

Y entonces un pensamiento la hizo casi gritar de miedo

¡ Oh cielos!  ¡ Iba arder en el infierno !! Estaba corrompiendo a un ángel.


Continuará....

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